Para ser un buen locutor se necesita llevar un estilo de vida saludable, porque a pesar de que pareciera que es un trabajo en el cual solo se usa la voz y una gran actitud, hay mucho trabajo detrás de estos, pues la voz es una herramienta que se puede llegar a deteriorar si no se le cuida y la actitud depende del estado de animo de la persona, la cual puede afectar considerablemente la percepción del locutor al aire.
En la vida diaria realizamos acciones que muchas veces pensamos que son insignificantes o inofensivas, pero con el paso del tiempo se convierten en un verdadero problema. Un locutor debe de tomar precauciones con sus hábitos si es que quiere perdurar en la radio, pues si pierde la voz lo pierde todo.
A continuación, algunos de los hábitos que más daño le hacen a tu carrera como locutor:
Consumir sustancias adictivas: No está demás decir que las drogas y las sustancias adictivas son nocivas, pero lo son aún peor para el aparato fonador, pues el alcohol irrita las cuerdas vocales, haciendo que la voz suene ronca hasta el punto de no entenderse lo que se dice y el tabaco daña los pulmones creando problemas de respiración, lo que provoca que la calidad de dicción baje.
Mala alimentación: Un locutor debe de llevar una dieta saludable porque a pesar de que su físico no es importante para su carrera, hay varios alimentos que son altamente irritantes, aunque no lo parezcan. Por ejemplo, las semillas, el chocolate, los picantes, el café, las bebidas calientes o frías son irritantes para el estómago y garganta pues provocan: reflujo, una enfermedad la cual hace que el ácido estomacal suba por el esófago y dañe la garganta.
No respirar adecuadamente: Cuando no respiramos bien nuestro timbre de voz cambia, pues la voz que sale del diagrama es la mejor para darle dirección a la voz, lo cual ayuda a mejorar y acentuar las oraciones que se quieran expresar. Si un locutor no usa la respiración diafragmática, las probabilidades de que su voz sea de calidad son bajas, aparte de que no se ingiere la cantidad de aire suficiente para hablar sin que haya tomas intermedias de aire.
No dormir bien: Cuando no se están durmiendo las 8 horas diarias, se crean problemas de insomnio, lo cual puede afectar el estado de animo de un locutor y reflejarlo al aire. Además esto también afecta al sonido puro de la voz, provocando que éste se escuche velado.