Los últimos cinco años se ha desatado una ola de inclusión en todo el mundo; realmente muchas de las personas y empresas quieren unirse al apoyo del movimiento feminista, del apoyo en contra del racismo incluso, muchos se han manifestado como LGBT+ friendly, sin embargo, recientemente he estado analizando si realmente los implicados en las emisoras de radio, realmente sienten empatía con la diversidad (hablando en todos sentidos), o si puramente es marketing para visibilizar que su emisora “está presente” en una causa.
Últimamente en todo el mundo se llevó a cabo el mes del PRIDE durante junio, y un sinfín de marcas se unieron en muchos países con carros alegóricos, los cuales evidentemente estaban brandeados con letreros enormes.
Existe un dicho mexicano que habla acerca de que si haces el bien al prójimo o lo apoyas en su lucha, es mejor mantenerse con perfil bajo, que irlo gritando, sin embargo, la mercadotecnia moderna evidentemente no toma en cuenta eso y prefiere decir: ¡Hey, mira, yo soy un aliado! ¡Hey, mírame, somos una empresa que apoya!
Durante el transcurso al nacimiento de esta nota, me di cuenta que también en la radio existe esta moda de ir gritando que apoyan a las mujeres, a la gente negra o de otra raza, que buscan incluir gente LGBT. A final de cuentas, una persona contratada en una emisora, vale por lo que puede aportarle a la empresa y no realmente si por ser mujer, o por ser de alguna raza.
¿Qué pasaría si de pronto todo este movimiento que se jacta de incluir a lo “diferente” terminara? ¿Realmente seguiríamos contratando personas con rasgos asiáticos o negros? ¿Le negarías un puesto a alguien “porque parece ser afeminado”? ¿Continuarías ofreciéndole menor sueldo a una mujer aunque desempeñe los mismos roles que un hombre?
Piénsalo, ¿realmente deseamos equidad o simplemente estamos siguiendo la corriente como industria de la radiodifusión?
