Hagamos el humor, pero hagámoslo bien para que nos amen más…
Un avión de la Fuerza Aérea llevaba tres tripulantes a 20 mil pies de altura cuando, de repente, fue golpeado en pleno vuelo por un misil. El ingeniero de vuelo abrió la puerta de la aeronave, se paró mirando al horizonte y gritó: «¡Me tiro por mi patria querida!», y saltó al vacío. El copiloto siguió sus pasos, se paró en la puerta y antes de saltar gritó: «¡Me tiro por el glorioso ejército nacional!», y cayó velozmente al suelo. Finalmente el piloto se paró en la puerta, miró hacia abajo y gritó: «Me tiro… ¡en paracaídas!»
Este es un chiste flojo y muy antiguo, pero nos muestra uno de los elementos claves para hacer humor en radio. La rutina se conoce como ‘Regla de 3’. Esta es una de las varias técnicas que practican los humoristas para hacer reír a su público, pero como ella existen otras más.
Y es que hacer humor no es salir a decir la primera estupidez que se le ocurra. Hacer humor es un trabajo difícil y serio. El contenido que ofrecen los comediantes se perfecciona a través de años de práctica.
Y aunque no todo el mundo tiene las dotes necesarias para ser humorista, sí es posible entrenarse para, al menos, no hacer el ridículo cada vez que vaya a hacer algo divertido cuando esté en un programa de radio.
Teniendo en cuenta lo anterior, a continuación presento algunos consejos para hacer el humor:
- Use la ‘regla de 3’
Esta regla es una estructura básica para hacer chistes y bromas que aprovechan la forma como los humanos procesamos la información. Por algún motivo que no conocemos, nos gusta trabajar siguiendo algunos patrones.
En este caso, 3 es el menor número de elementos necesarios para crear un patrón humorístico.
Esta combinación de patrón y brevedad da como resultado un contenido memorable. Esto ha sido usado en decenas de chistes («Un día iban caminando un argentino, un mexicano y un colombiano...») e incluso en cuentos como ‘Los 3 cerditos’, ‘Los 3 mosqueteros’ y ‘Los 3 tristes tigres’.
Habitualmente los dos primeros elementos hablan de cosas que están establecidas de manera lógica y el tercero es algo inesperado, que le da un giro a la idea inicial.
- Use sus propias experiencias de la vida real
El humor más fácil y seguro que uno puede realizar es el que incluye historias personales, ya que garantiza que esas historias sean originales y puedan ser perfeccionadas y contadas de manera fácil y sin molestar o burlarse de nadie.
El gran comediante británico Ricky Gervais dice: “Como creador, su trabajo es el de hacer que su audiencia se emocione tanto acerca de algún tema como usted se emocionó cuando lo vivió«.
Todos los días ocurren cosas chistosas y divertidas a nuestro alrededor. Puede ser que le pasaron a usted o a su círculo de amigos y familiares. Lo importante es anotarlas, guardarlas y encontrar la forma de contarlas de forma divertida.
- Identifique la parte clave y llegue allí rápido
Lo importante al hacer comedia no es tanto lo que uno escribe sino lo que uno no dice. Es muy importante aprender a editar, a ser conciso, a llegar al punto más divertido lo más pronto posible.
Pregúntese siempre cómo hacer para llegar al ‘ponche’ final sin usar demasiadas palabras. Gran parte del éxito en el humor se logra con apuntes cortos e inesperados.
- Encuentre lo que los comediantes estadounidenses llaman «Los puntos de dolor»
Un punto de dolor es un problema, real o percibido. Es común que un empresario, por ejemplo, primero presente un problema difícil de solucionar y luego aparezca con la solución perfecta. De esta forma crea primero una tensión y luego alivio.
“Para reírse de verdad, usted debe primero presentar su dolor y jugar con él«, decía nadie menos que el genial Charles Chaplin. Sin embargo, la idea no es burlarse del dolor de los demás sino más bien burlarse de la mala suerte o de los problemas que uno mismo tiene.
- Piense en sus propios errores y en sus ‘primeras veces’
Una de las mejores formas de encontrar situaciones chistosas o divertidas es recordar errores que usted haya cometido en el pasado. Probablemente en ese momento fueron momentos dolorosos o vergonzosos, pero hoy en día seguramente causarán risa.
También son chistosas las situaciones que ocurren cuando uno intenta algo por primera vez. ¿Recuerda esa primera vez que usted hizo algo y le salió mal? El público valora mucho la humildad y la sinceridad.
- Es más importante ser divertido que chistoso
Hacer reír a la gente es solo un tipo de humor. Hacer sonreír al público es otra forma de humor. No es necesario estar haciendo chiste tras chiste para tener a la gente siempre riendo.
Los oyentes agradecen cuando escuchan algo que simplemente les parece simpático o entretenido. Sobre todo si usted apenas está empezando a tratar de hacer humor, enfóquese en las cosas divertidas más que en las chistosas.
- Cuente chistes
Si no tiene historias interesantes que contar o si no amaneció inspirado… está bien, recurra a chistes. Pero asegúrese de que sean novedosos, que no estén muy ‘trillados’, y que ojalá estén relacionados con algún tema de actualidad.
La idea no es lanzar cualquier chiste al aire sino tratar de apropiarse de él, incluso buscando la forma de adaptarlo a su propio lenguaje y contarlo como si hubiera sido una experiencia personal suya.
- Use palabras divertidas
«Ya chole chango chilango
Que chafa chamba te chutas
No checa andas de tacuche
Y chale con la charola.
Tan choncho como una chinche
Mas chueco que la fayuca
Con fusca y con cachiporra
Te pasa andar de guarura
Mejor yo me hecho una chela
Y chance enchufo una chava
Chambiando de chafirete
Me sobra chupe y pachanga.»
En español hay letras muy propias que se prestan para hacer cosas divertidas, como la ‘ch’ en la canción ‘Chilanga banda’ de Café Tacuba. Pero también existen muchas palabras que suenan chistosas, rimbombantes, extravagantes, largas y enredadas, especialmente en lo que se refiere a nombres de personas, poblaciones, ríos o montañas, pero también está la comida, los animales e incluso productos o servicios comerciales, aunque con estos hay que tener mucho cuidado porque podrían ser clientes potenciales.
- Pinte retratos con su voz
El éxito de la comedia está en los detalles, pero no debe exagerar. Está bien describir un lugar, una persona, una situación, pero no hay que abundar en muchos detalles.
Contextualizar está bien pero solo para que el oyente entienda lo que viene. Lo ideal sería tratar de hablarle al oyente como si estuviera conversando con un invidente.
- Haga algo memorable
«¡Yo quiero participar!». Con esta frase, Juan Manuel Correal, un disc-jockey y humorista colombiano, hizo famoso a su personaje ‘Papuchis’. Luego acuñó frases como «¡Es que el tiempo no rinde, mano!». Otro humorista colombiano, Guillermo Zuluaga, hizo famoso a su personaje ‘Montecristo’ con frases como «¡Cascale, muelón, cascale!» y el uruguayo Hebert Castro, «El coloso del humorismo», repetía permanentemente con voz desgarrada la frase «¡Garganta como la mía!» con su personaje Don Prudencio.
Ejemplos como estos hay varios, y tal vez algunas de las frases y expresiones más recordadas son las de Roberto Gómez Bolaños con sus personajes de «El chavo del 8», «Chespirito» y «El chapulín colorado»: «¡Chanfle!», «¡No contaban con mi astucia!», «Mis antenitas de vinil están detectando la presencia del enemigo…».
Invente frases que vayan con su personalidad. Trate de que lo que presente tenga un estilo muy personal y diferente, algo que no suene a que está imitando a otra persona. De esta forma, la gente lo recordará y logrará marcar una diferencia real frente a sus competidores.
Y nada le dará más satisfacción que escuchar cuando un oyente llame a otra emisora y use esa frase que usted se inventó…
Conclusión
Es posible hacer el humor aunque usted no sea un experto, pero para hacerlo bien se necesita mucha disciplina y práctica. En un nuevo artículo publicaré más consejos.