Opinión: One, two… One, two, three, four
La noche del jueves se llevó a cabo la entrega número 19 del Latin Grammy en la ciudad de Las Vegas, Nevada. Sin duda es increíblemente bueno que se reconozca la calidad y el trabajo de los artistas latinos. En una sociedad tan fragmentada y tan racista, el hecho que exista una premiación que busque reconocer las mejores grabaciones latinas, representa un buen avance para mostrar lo que los músicos, compositores, intérpretes hispanohablantes están aportando al legado musical mundial.
Sin embargo, este premiación de 2018 ha dejado ver bastantes comentarios polarizados, en primera porque algunos artistas que en Latinoamérica son muy reconocidos y que se destacan por sus materiales líricos y musicales, no fueron nominados; y en segunda, porque algunos de los ganadores, realmente no se caracterizan por un excelente nivel musical.
Entonces, ¿en qué se está basando la Academia para entregar estos premios tan famosos, que a la vez están sufriendo una crisis en imagen pública?
Sin duda alguna, el género urbano es una de las tendencias mundiales actuales que permean la industria musical, pero no por el hecho de que una canción sea exitosa, quiere decir que su calidad es la mejor. ¿A qué me refiero? Hay canciones que realmente están hechas en toda su estructura con 3 acordes, sin embargo están siendo premiadas.
Es importante antes de continuar, hablar que los Latin Grammy actualmente premian la excelencia artística y técnica para la ejecución de canciones y grabaciones.
Con este concepto en claro, sin menospreciar el esfuerzo de nadie, me gustaría comentar que gracias a que la Academia este año decidió galardonar a intérpretes como Maluma o Karol G, es que este tipo de eventos han perdido credibilidad en el público. Si hablamos que artistas como Kany García o Pablo Alborán no se llevaron ningún premio a casa o artistas como Ha-Ash que llevan años en la industria y que han hecho carrera como compositoras y que aun así no fueron nominadas, se entiende el porqué de la pérdida de credibilidad de estos premios.
Para premiar éxito musical hay otro tipo de premiaciones, como los American Music Awards, Video Music Awards, no los Grammys.
Creo firmemente que la Academia debería reconsiderar el rumbo de la premiación, sino, tendrán una crisis de marca aún más grande de la que ahora ya están pasando.
Para finalizar esta sección me gustaría expresarte el sentir de muchas de las personas que nos dedicamos a la industria musical al ver a algunos de los galardonados: