Opinión
En los últimos años (diría ocho), han sido contadas las veces que me he sentado a entrevistar candidatos. Y en ese mismo periodo, nadie ha tocado la puerta a pedir la oportunidad (en serio) de empezar una carrera en la radio. Y desafortunadamente cuando me han llamado a buscar trabajo de locutor o de productor no hay posiciones abiertas.
Siempre hay puestos a llenar que están afuera de programación, por ejemplo, uno de los más comunes es la necesidad de tener “personal de calle” para entrarle al Departamento de Promociones. Sin dejar de lado los puestos de Ejecutivos de Cuentas, que es lo que más urge encontrar en los mercados pequeños.
Aplicar por un trabajo no es un juego.
Hace algunos meses una estación de radio publicó un anuncio en Facebook buscando asistentes de promociones, el cual me contaron de primera mano los siguiente;
…Nos llovieron mensajes en Inbox, las personas que mandaron mensaje, se veían jóvenes por su foto de perfil, muchos mostraron estar más interesados en ser locutores que Asistente de Promociones.
A una parte de los “interesados” se les contestó diciendo que mandarán su Resume a una cuenta email de HR. Solo cinco mandaron su información, a los cuales se les invito a una entrevista. Solo una persona contestó el correo, los demás ni las gracias a declinar la entrevista de trabajo.
A la única persona que mostró el interés por la posición, se le invitó a una reunión formal. Ahí vino el estira y afloja de a qué horas esta persona podía presentarse, ya que tenía un segundo trabajo e iba a la escuela. Se hizo la cita, se puso la hora y fecha. A la cual para sorpresa llego más de 20 minutos tarde. Sin una disculpa profunda, solo con la justificación por el tráfico… Me cuentan que así empezó la entrevista de trabajo. – ¡Qué pena! –
Una llegada tarde no se perdona y más cuando se busca empleo, pero que la vamos a hacer cuando tenemos meses sin llenar el lugar, solo queda estrujar los dientes. El proceso de contrataciones es un ritual tedioso y no siempre se busca lo que se quiere.
Enfrentarse a la carecía de personal no es nuevo, pero llevarse meses sin encontrar empleados no es nada nuevo. De eso batallan las empresas la carencia de personal y más en el área de ventas.
Aquí los puestos que más se ocupan no son al Aire/Programación, son posiciones de inicio, mejor dicho, de arranque de carrera. Son oportunidades poco remuneradas, en ocasiones por encima del salario mínimo por hora, de medio tiempo o solo los fines de semana. Es difícil que una persona joven se quede, son posiciones a corto plazo y menos cuando hay un crecimiento cero para ellos. Es ahí donde existe mayor rotación de personal, como es la posición de Asistente de Promociones o personal “de calle”.
Es un problema serio la rotación de personal, es totalmente desgastante para cualquier empresa no tener gente comprometida con su trabajo y la poca valorización de la oportunidad, sumando el salario inadecuado. Pasa que gana más trabajando en la construcción que en la radio.
Por otro lado, las contrataciones a nuevos puestos han cambiado sus títulos, por ejemplo, se dejó de usar la palabra “Director” por “Coordinador”. Dejando a lado la aspiración del título de dirección, dicha palabra pesa más en la industria, para a su vez corresponde a una retribución menos sustanciosa cuando se coordina y “no se ocupa” tener tanta experiencia como alguien que ya dirigió.
Se tiene la conceptualización que la gente joven no le interesa trabajar en un medio que a sus ojos es obsoleto.
Los Millennials han matado muchas industrias, entre ellas la televisión, radio, prensa escrita, revistas, etc. Para ellos tiene más dominio el Facebook e Instagram que una estación de radio local. Se percibe la poca atracción que pueden tener por trabajar en la radio, que para los ojos de ellos no hay mucha penetración social como ser Youtuber o Instagramer. Ellos son 100% digitales, por tener un mayor dominio de las tecnologías.
Estos nuevos reclutas o posibles candidatos Millennials, tienen otra conceptualización del medio, diferente a la Generación X. Le apuestan más al contenido digital que a lo que sale al aire. Ellos mismos lo pueden decir, están más conectados e interesados en mover las redes sociales de la estación que estar al aire.
Lo que las empresas de medios han percibido, es la falta de interés en aprender más del medio. Por ejemplo: edición de audio, grabaciones o mejorar sus intervenciones al aire y sus contenidos. Para ellos es más cool hacer una narración en Facebook Live, que intentar a agarrar el micrófono de cabina. Lo que genera una inquietud dentro de las corporaciones de quienes serán los nuevos productores o el nuevo talento al aire. Les preocupa estar más metidos a subir memes y videos a Instagram. Estos locutores jóvenes pasan más horas en sus propias redes sociales, están más trazados en ser influencers.
Estos huecos a llenar se caracterizan por la falta de compromiso de los Millennials, para ellos es más importante agendar su vida social, que aceptar trabajar los fines de semana. Aquí se tiene que ser flexible según ellos. Cuesta mucho trabajo motivarlos, retenerlos y estén atentos a su correo electrónico.
Entre las preocupaciones de las corporaciones es la escasa o nula presencia de la nueva generación de jóvenes Ingenieros. Los que están dentro de las compañías son Técnicos e Ingenieros veteranos a punto del retiro, no hay quién supla la experiencia de estos profesionales de la industrial. Peor aún no hay a quien traspasarle ese conocimiento.
Ni se diga en el departamento de ventas o en otros departamentos. Prácticamente la Radio en su interior está envejeciendo.
Los que convivimos con la generación veinteañera tenemos de que platicar.
He visto la desmotivación de mis compañeros Millennails, se desinflan muy rápido y están a la amenaza de irse en cualquier momento si algo no les gusta. Les rehúyen a las responsabilidades repetitivas, no aguantan el mal genio y no toleran las malas caras de los compañeros mayores. Lo que piden es que el trabajo sea más “agradable”. Pueden ser buenos trabajadores, pero a su vez son menos tolerantes.
He visto los errores cometidos por estas almas pasajeras, como el chantaje de avisar que se van porque no era lo que ellos esperaban o que la competencia los busca. Aceptan algo que al paso del tiempo les deja de atraer. Juguetean al trabajo, no contestan sus correos a tiempo, pésimos en checar tarjeta, no conocen el manejo del tiempo, no aguantan un jefe micromanagement que esté arriba de ellos.
A dar el siguiente paso. Aceptación a lo que venga de ellos.
Hay tantas escenas negativas que se ven con el personal joven, así como el potencial y la creatividad que puede aportar a la radio.
El peso cultural de la generación actual hace esta sea una discusión abstracta, cruel y real. Los Millennials están aquí y se supone que son los que deben de empujar con su sangre renovadora la Radio. Pero la verdad espero que así sea, aunque cueste trabajo verlo.
Twitter: @carlostovias
carlostovias@gmail.com
Carlos Tovías. Es Director y Asesor de Programación en formatos en español. Cuenta con más de 26 años de experiencias en medios de comunicación en México y Estados Unidos. Licenciatura en Ciencias de la Comunicación por Universidad México Americana del Norte.