Opinión: One, two… One, two, three, four
Recientemente me he puesto a pensar sobre el impacto de la música independiente y he llegado a la conclusión de que resulta increíble que miles de artistas que anhelan mostrar sus canciones, puedan llegar a ser conocidos gracias a la magia del internet (plataformas digitales de audio y video). Gracias a empresas como YouTube, Spotify, Deezer, entre otras, es que muchos nuevos artistas han logrado posicionarse en la industria musical.
Sin embargo, me gustaría dejar algo en claro que a pesar que cada vez son más los artistas expuestos, definitivamente la posibilidad para que pase algo realmente trascendente en la industria musical con esos proyectos, es casi nula. Suena bastante desalentador, sin embargo, me gustaría explicarte el porqué de mi punto de vista.
Para que una carrera artística despegue con sólo las herramientas digitales que tiene a su alcance, es realmente complicado. Hay contadas excepciones de bandas o solistas que lograron un gran hit en redes y gracias a ello, más gente pudo conocerlos. Sin embargo la realidad discográfica, al menos en Latinoamérica, resulta bastante desalentadora.
Los medios de comunicación siguen recurriendo a la famosísima “payola”, por ello, el 99% de los artistas que desean trascender, realmente no puede realizarlo. Con esfuerzos los proyectos independientes logran producir una, o dos canciones de forma inédita (en la mayoría de los casos), de esta forma será muy complicado que se logre pagar entrevistas, presentaciones en vivo y reproducción de su sencillo en radio y televisión.
Conozco decenas de artistas que son realmente talentosos, pero hablando muy seriamente y sin afán de herir susceptibilidades, la industria musical suele ser un ambiente que requiere gran inversión monetaria para el despegue de los proyectos, por lo que en ocasiones, tristemente el talento no es suficiente.
Durante los últimos años se ha aplaudido el trabajo que han hecho las plataformas digitales para proyectar nuevas careras artísticas; sin embargo, la realidad sigue siendo que la mayoría de músicos, logran realmente despegar, cuando una disquera o un inversionista inyectan capital en su proyecto.
Y también me gustaría mencionar que ser firmado por algún sello discográfico, no significa el éxito asegurado. Hay muchos casos de disqueras que han firmado músicos, sólo para detener carreras artísticas prometedoras que les resulten amenazantes como competencia para alguno de los demás artistas del sello.
Por otra parte también hay casos en donde si después de un sencillo, una carrera artística no obtiene el éxito que los ejecutivos de las disqueras habían previsto, en seguida se expide una carta de retiro al talento.
Por lo que, concluyo, que de acuerdo con el panorama actual, las disqueras continúan siendo una plataforma casi necesaria para el despegue en grande de carreras artísticas.
¿Tú qué piensas?
