Hacer que la radio funcione para una empresa requiere una estrategia, una compra de medios hábil y una creatividad atractiva.
¿Qué hace que un anuncio de radio sea atractivo?
El proceso creativo comienza con una comprensión exacta de la marca del cliente, su público objetivo y una idea clara de lo que se desea alcanzar, ya sea medido en costo por clientes potenciales, costo por pedidos o simplemente un aumento en el tráfico del sitio web.
Trabajando con esto, comenzamos a concebir la mejor forma de presentar un mensaje de la manera más impactante posible. Encontrar el mensaje correcto y la forma más llamativa de presentarlo es un proceso de colaboración creativa, pruebas continuas y análisis de resultados.
A continuación presento 10 ideas para crear buenos anuncios de radio:
- La importancia de la producción y la escogencia del locutor
Los clientes esperan que los mensajes de radio cada vez sean más sofisticados. Para lograr una diferenciación y un buen posicionamiento de marca es indispensable cuidar la producción en todos sus detalles.
Un buen productor sabe que una voz adecuada acompañada de una buena música de fondo mejora ostensiblemente una cuña de radio. Trabajan juntas para reforzar el mensaje. Es como ponerle buena letra a una canción.
- Diferenciación
¿Qué hace destacar a su cliente? ¿Qué hace que su producto o servicio sea único? ¿Qué beneficios especiales ofrece su producto o servicio que nadie más pueda ofrecer?
Es este carácter distintivo lo que atraerá a los clientes potenciales a la marca de su cliente. Del mismo modo, la cuña también deberá buscar diferenciarse de todos los demás anuncios para realmente destacarse en medio de un break de 5, 10 o 15 minutos.
- Uso efectivo de la interacción entre la emoción y la lógica
Hay anuncios donde se apela a lo emocional y otros donde se apela a lo racional. Pocas personas toman una decisión de compra basada únicamente en lo uno o en lo otro.
Como compradores, muchas veces nos dejamos llevar por la emoción y, justo antes de comprar, buscamos una razón lógica para racionalizar esa decisión emocional. Los anuncios de radio exitosos reconocen esta dinámica y fluyen en consecuencia.
Por eso hay que crear una ilusión y rematar con un llamado a la acción.
- Articulación
Después de años de experiencia escribiendo y produciendo anuncios de radio es fácil ver cómo pequeños cambios en el texto o en la producción pueden tener un impacto asombrosamente grande en los resultados.
La articulación importa. Y cuanto más directo sea el mensaje, mejor. Uno de los errores más grandes que he visto es el uso de frases repetidas, vacías o llenas de frases comunes y clichés. Use lenguaje específico. Sea claro y preciso siempre que sea posible.
- Simplicidad
Usted solo tiene 30 segundos. A veces, menos. El oyente está ocupado. Empaquetar demasiado texto en un anuncio abruma al oyente. Simplifique la idea. Vaya al grano. No atiborre el mensaje con cifras, números de teléfono y direcciones imposibles de recordar.
- Uso de imágenes para realzar el mensaje
Vivimos en un mundo visual. Las vallas publicitarias, los banners de internet y los anuncios de televisión son todos medios visuales. La radio, como todos sabemos, no lo es. Esta puede ser una ventaja notable, ya que la radio involucra al oyente de una manera totalmente única.
Solo la radio requiere que el oyente use su mente para crear las imágenes.
Un buen anuncio de radio provoca la imaginación del oyente. Le pide al oyente que se una al proceso de generar las imágenes.
Para ello, el anuncio deberá estar escrito de tal forma que ponga al oyente a jugar con la imaginación. Así el mensaje será más duradero y más impactante que la publicidad visual. Además sentirá que participó en la decisión y que no fue algo que trataron de imponerle.
- Conozca a su audiencia
Un anunciante debe conocer muy bien a su cliente para conectarse con él de una manera personal y auténtica. Esto puede parecer obvio, pero con demasiada frecuencia los clientes quieren llegarle a todo el mundo con un mismo mensaje porque les da miedo dejar a alguien por fuera.
El resultado, habitualmente, es que terminan haciendo un anuncio que no atrapa a nadie. Recuerde el dicho: “El que mucho abarca, poco aprieta”.
La idea es enfocarse en lo que quiere un grupo de clientes determinado. Si el producto es femenino, no distraiga a sus oyentes tratando de llegarles a los hombres con el mensaje. Si es para jóvenes, olvídese de hablarles a los adultos.
No trate de ser todo para todos. Más bien, trate de conectarse con esa persona que se relaciona con lo que está ofreciendo, ya sea un producto, su perspectiva o sus gustos personales. De esta forma se logra la construcción de una relación auténtica con su oyente.
- La oferta
Un anuncio se hace para vender. Debe haber un llamado a la acción que sea relevante, convincente y lo suficientemente simple para comprenderlo rápidamente.
Relevante significa que es importante para un cliente potencial: reduce su riesgo o hace que llamar ya mismo a pedir información sea una obviedad.
Convincente significa que tiene un factor «¡guau!». Como cuando uno dice: “¡Guau! Realmente deben creer en su producto como para ofrecer algo así”.
Y simple significa que… no es complicado. No me hace detenerme y pensar demasiado. No me confunde con un lenguaje que me hace creer que es una gran oferta y luego me doy cuenta de que no lo era.
Y asegúrese de que su anuncia cumpla con lo que promete.
- El titular que engancha
Usted solo tiene una oportunidad para enganchar al oyente. El “gancho” es lo que vende el anuncio. Ese titular debe ser lo suficientemente llamativo como para que el oyente realmente escuche lo que le va a ofrecer.
Todos estamos siendo bombardeados sin descanso por una gran cantidad de cuñas de otros anunciantes que también tratan de llamar la atención. Por eso es tan difícil crear un buen “gancho”.
Por eso usted debe provocar la curiosidad, la imaginación o la sorpresa de los oyentes en la apertura de su cuña. Solo tiene los primeros 5 segundos para lograrlo. Si no lo hace, el oyente se distraerá.
Por ejemplo: iniciar la cuña mencionando la marca del anunciante matará cualquier sorpresa.
- Orientación al beneficio o “CVY”
Su cliente ama su producto. Conoce cada detalle, cada característica, cada innovación. Le encanta hablar de ello y tiene fe en que una vez que todos los demás conozcan todas sus características también lo harán.
Sin embargo, uno de los errores más grandes es asumir que a la gente le importa más saber cómo funciona algo que lo que hace por ellos.
El anuncio debe responder a la pregunta del famoso “CVY”: ¿Cómo voy yo? ¿Qué hay para mí? ¿Cómo me impactará de una manera que podría hacer que mi vida sea mejor, más feliz o más fácil?
Lo que uno debe vender es que ese producto o servicio va a resolver un problema de forma rápida, segura, mejor y de manera más conveniente que cualquier otra cosa.
Si usted usa sus 30 segundos en algo más que eso, está perdiendo el tiempo.