Si solo pasa música, su conteo pierde relevancia. En la radio de hoy, el contenido es rey.
Un lector de mis columnas me preguntaba hace unos días cómo se realizaba a inicios de los años 90 el “Top 40 Radioactiva”, una cadena de emisoras musicales en Colombia que contaba con 16 estaciones, todas con programación local.
Esa pregunta me pareció una buena disculpa para hablar de los programas de conteos de éxitos, algo que llegó a ser muy popular en los años 80 y 90, pero que fueron perdiendo relevancia con la entrada del nuevo milenio.
Un poco de historia
A los conteos de éxitos inicialmente se les denominó “Hit Parades”, que en español podrían traducirse como “Desfiles de Éxitos”. El término se originó en la década de 1930, y se refería a una lista clasificada de las composiciones más populares en un momento dado, generalmente determinado por ventas y/o radiodifusión.
Como dato curioso, en aquellos tiempos el éxito se le atribuía al compositor y no al intérprete, y una misma canción era grabada, generalmente, por varios artistas diferentes. Por esta razón, los listados de éxitos se referían a las composiciones y no a los discos o grabaciones más populares.
El primer programa dedicado a hacer este tipo de conteos fue “Your Hit Parade”, que se transmitió en radio de 1935 a 1953 y en televisión de 1950 a 1959. Era patrocinado por la marca de cigarrillos Lucky Strike. En este enlace pueden ver un capítulo: https://www.youtube.com/watch?v=TSQ0AyyZaZ8
Como lo importante eran las composiciones, el programa contó, a lo largo de su emisión, con 19 directores de orquesta y 52 cantantes o grupos musicales, quienes interpretaban los éxitos del momento.
Sin embargo, a medida que el rock and roll se hizo popular en los años 50, fue más difícil para los cantantes hacer sus propias versiones de las canciones. Por ejemplo, “Your Hit Parade” estuvo a punto de ser cancelado después de que el cantante de la banda de Snooky Lanson no fuera capaz de hacer una buena interpretación de «Hound Dog» de Elvis Presley en 1956.
Gracias a la explosión del Rock n’Roll surgieron las grandes estrellas de la música y se expandió el formato radiofónico ‘Top 40’, cuyas emisoras comenzaron a presentar cada semana sus listados de los éxitos más populares. Algunas tenían, incluso, un conteo diario.
En vista de que cada emisora presentaba sus éxitos locales, un grupo estadounidense de talentos de radio decidió crear un programa con los éxitos nacionales, con el fin de venderlo a emisoras de todo el país.
Fue así como Don Bustany, Tom Rounds, Ron Jacobs y Casey Kasem lanzaron el 4 de julio de 1970 el “American Top 40”, un espacio de 4 horas que presentaba “los hits de costa a costa” basado en la revista Billboard, que publicó su primer listado el 4 de enero de 1936 y que se sigue transmitiendo hoy en día, presentado por Ryan Seacrest.
En marzo de 1958, la BBC comenzó a emitir, de manera regular, el “BBC’s Top 20” presentado por el disc-jockey Alan Freeman.
Por su parte, la Cadena SER de España comenzó a realizar un programa nacional de éxitos que se transmitía los fines de semana, llamado “Los 40 Principales”, una traducción del término “The Top 40”.
Su éxito fue tal que en 1979 dejó de ser un simple programa semanal de éxitos para convertirse en una cadena de emisoras musicales, que hoy tiene presencia en 13 países y que simplificó su nombre a Los40.
El Top 40 Radioactiva
Este tipo de programas se popularizó en todo el mundo, y se volvió norma que cada emisora, sin importar el formato, tuviera su propio conteo, y aquí es donde regresamos al inicio del artículo, para hablar del “Top 40 Radioactiva”.
A mi llegada, en agosto de 1989, esa emisora contaba con tres conteos semanales de música: ‘Top 40 Radioactiva’, en el que Armando Plata Camacho presentaba los éxitos de la emisora. ‘Top 40 Radioactiva en inglés’, presentado por Hernán Orjuela, sólo con música Anglo, y ‘American Top 40’ con Shadoe Stevens.
Me pareció que era demasiado y solo dejé el primero de ellos, pero quería convertirlo en un programa realmente importante, más aun con la llegada de las diferentes estaciones en el país y la posibilidad de transmitir vía satélite, una verdadera novedad para la época.
Cómo se hacía
Habitualmente los conteos han sido realizados por el director o el programador de la emisora, quienes fácilmente caen en la trampa de presentar sus canciones favoritas sin tener en cuenta el gusto del público, subiendo y bajando las canciones a su antojo.
Durante mi carrera he procurado dejar de lado mis gustos personales en el momento de programar canciones y más bien he tratado de tener siempre en cuenta lo que quiere oír el público.
Por esta razón, mi instrucción era clara: los listados de éxitos deberían realizarse con base en las llamadas de los oyentes. Para ello era obligatorio que cada disc-jockey respondiera siempre el teléfono y anotara las canciones solicitadas en los formatos diseñados para ello.
Quienes trabajaron conmigo pueden dar fe de mi insistencia en invitar a los oyentes a pedir sus canciones favoritas, nunca descolgar los teléfonos y en anotar todas las canciones que fueran solicitadas.
En Bogotá se anotaban, en promedio, entre 300 y 400 solicitudes diarias de canciones. Con el paso del tiempo, cada ciudad comenzó a hacer su Top 10 diario.
Luego, cada ciudad debería enviar por el “correo interno” de Caracol un paquete con el listado de los 40 éxitos locales y una grabación de un locutor comentando cuál era su Top 3 y cuáles eran las principales actividades en las que había participado su emisora durante esa semana.
De esta forma el programa, que iba de 1 a 6 p.m. los sábados, mostraba los verdaderos éxitos juveniles a nivel nacional, y cada ciudad tenía su participación, lo que hacía que hubiera voces y acentos diversos que enriquecían el contenido.
Para darle un sentido proporcional al número de habitantes de cada ciudad, las dividimos en 3 categorías: Bogotá tenía el mayor peso, luego vendrían Medellín, Cali, Barraquilla, Cartagena y Bucaramanga, y en un tercer grupo quedaron las demás (Pereira, Manizales, Armenia, Ibagué, Neiva, Cúcuta, Pasto, Tunja, San Andrés y Corozal).
Era así como, guardando la proporcionalidad y relevancia necesarias, un número 1 en San Andrés, que tenía unos 50.000 habitantes, tenía menos valor que un primer lugar en Cali, que tenía 1 millón 800 mil habitantes.
Los puntajes de cada canción se hacían de forma inversamente proporcional a su posición en el ranking local, y se bonificaba a los 3 primeros lugares con puntos extra.
Entonces, la canción número en Bogotá recibía 60 puntos. La número 2, 57 puntos, y la número 3, 55 puntos. De ahí en adelante se puntuaba cada canción de manera inversa: la número 4, 54 puntos. La número 5, 53; la número 6, 52; la número 7, 51, y así, sucesivamente.
En las demás ciudades se seguía una norma similar, pero los puntajes eran más bajos. En ciudades tipo 2, la número 1 tenía 55 puntos, la número 2, 53, y la número 3, 50 puntos. Y en las tipo 3, la número 1 tenía 50 puntos. La segunda tenía 47 y la tercera 45.
Así, las canciones más exitosas en las ciudades grandes tenían más oportunidades de ser número 1 a nivel nacional, lo que tenía su lógica, pues sería muy extraño que una canción impulsada por un par de ciudades pequeñas representara a todo un país.
El programa se hacía en vivo. A inicios de los años 90 todavía pasábamos música en discos o CD’s y las cuñas y promos de la emisora se transmitían en cartuchos de cinta. Y mientras sonaban las canciones había que montar en una grabadora, uno a uno, los reportes que llegaban desde las ciudades en cinta magnetofónica.
Era un trabajo duro, con mucha preproducción. César Mancipe coordinaba en semana la recepción de los listados locales y la sumatoria de los puntajes, y Carlos Lugo me ayudaba a producir el programa al aire pasándome las cintas y los discos en el orden correspondiente.
Sobra decir que cada ciudad era libre de pasar, en un horario diferente y si así lo deseaban, su Top 40 local en los fines de semana.
Los conteos hoy en día
Los conteos se han vuelto tan comunes y poco producidos que han perdido la relevancia que tuvieron al principio. Sin embargo, siguen siendo una buena disculpa para presentar, en un periodo relativamente corto de 2 o 3 horas, las canciones más exitosas del momento.
De hecho, el legendario “American Top 40”, más que un programa de éxitos, se ofrecía como una oportunidad para rellenar las mañanas o tardes del fin de semana por ser un programa de 4 horas, cuando la mayoría de los talentos descansan.
De esta forma se tenía un espacio con noticias, anécdotas y datos curiosos de la música, y las 40 canciones más populares del momento. Ese programa llegó a ser tan exitoso que fue transmitido por más de mil emisoras en más de 50 países.
Recordemos que las plataformas de streaming nos entregan música pero no nos dan información, y es ahí donde se abre una gran oportunidad para la radio. Hoy en día existen más recursos que nunca para hacer un buen programa, de manera entretenida, corta y concisa.
Es común que las emisoras descuiden los fines de semana o que hagan programas de relleno. Sin embargo hay una audiencia esperando contenidos diferentes a los tradicionales.
Por esta razón, un buen conteo de éxitos entregará las mejores canciones del momento, información relevante y una magnífica oportunidad de comercializar espacios que habitualmente se mantienen vacíos.
Ya no hay que sentarse a responder un teléfono. Hoy existen herramientas como el WhatsApp, las Apps de las emisoras y los mismos portales web que permiten recopilar la información de las canciones más solicitadas.
Además es posible ver el comportamiento de las canciones en los charts semanales de Spotify, Youtube, Shazam y demás plataformas musicales. De hecho, Apple Music ya anunció el lanzamiento de su chart semanal.
Existen, además, servicios de monitoreo electrónico de radio como Monitor Latino, que permiten conocer cuáles son las canciones más programadas por las emisoras locales, nacionales e internacionales.
Pero si se quiere tener un listado sin estar sesgado ni influenciado por el gusto del director o el programador, simplemente se le pide al software de programación (Selector, Powergold, Music Master, etc.) que entregue la lista de las canciones de más alta rotación durante la semana.
Recomendaciones finales
- Haga de este listado un buen programa, relevante, importante, que sirva como punto de referencia para los oyentes.
- Además de los éxitos actuales, enriquézcalo con segmentos cortos de entrevistas propias o que encuentra en Youtube.
- Tenga disc-jockeys invitados, que pueden ser personalidades locales de la música, el deporte o el entretenimiento.
- Haga que sus talentos graben pequeñas secciones especializadas.
- Cuente pequeñas historias y anécdotas de los artistas.
- Haga que sus oyentes graben con sus voces la presentación de algunas de las canciones.
- Haga una producción llamativa. Si puede, haga jingles para los números.
- Incluya saludos de artistas.
- Maneje estadísticas relevantes.
- Recuerde cuál era la canción número 1 hace un año, o 5 años, o 10.
- Finalmente, diviértase haciendo el programa. En vivo. Al aire.