Ser coequipero es una gran responsabilidad, y tiene grandes ventajas que usted puede aprovechar para su carrera
Cuando llegué a Blu Radio en 2012, una emisora de radio hablada o “generalista”, además de la dirección de la emisora me fue encomendada la realización de un programa mañanero para los fines de semana. La instrucción fue clara: yo debería ser su conductor.
Yo ya había tenido la oportunidad de conducir programas a nivel nacional durante 6 años, desde 1990, cuando el morning show “La Locomotora” de Radioactiva comenzó a emitirse por 16 emisoras, siendo este el primer programa transmitido vía satélite en Colombia para emisoras de FM.
Sin embargo, mi experiencia en radio hablada era muy poca. Una cosa es hablar de música, de temas de moda y manejar un equipo de humoristas, y otra cosa es hablar de la actualidad nacional e internacional, opinar sobre diferentes tópicos y tratar temas con especialistas.
Como coequipera del programa se escogió a María Clara Gracia, una periodista de larga trayectoria, quien además de hacer radio había sido presentadora de noticias en televisión nacional. Pero su experiencia, mucho más amplia que la mía, su personalidad y conocimientos la hacían más apta para el rol de conductora.
Contraviniendo las instrucciones de mi jefe, y sin consultarlo con él –debo admitirlo- finalmente María Clara quedó al mando del programa. De esta forma yo me sentí más cómodo en mi rol, haciendo apuntes divertidos y buscando ángulos diferentes, pero encontré también una oportunidad única para seguir aprendiendo de la experiencia de ella.
Por otro lado, Guillermo Díaz Salamanca, reconocido humorista e imitador de voces colombiano, se convirtió en estrella de radio gracias a su talento natural para hacer reír. Se convirtió en el ícono de los imitadores, al que todos querían emular.
Sin embargo, lo que realmente le ha gustado a Guillermo es presentar programas, pero cuando lo ha hecho no le ha ido bien. Guillermo es un excelente coequipero.
¿Es mejor ser conductor que compañero de mesa? ¿Es mejor generar los contenidos o reaccionar a ellos? ¿Se debe sentir uno mal si le toca ser “el segundo” del equipo?
Es cierto: para algunos, lo más importante es el ego, poder decir “yo soy el que manda, yo soy el que sé”. Pero más allá de ese afán por ser “el jefe”, lo que cada talento al aire debe preguntarse es en cuál papel se siente más a gusto, en cuál puede dar lo mejor de sí.
Y es que, aunque no lo crean, muchas veces un buen coequipero es capaz, incluso, de manejar tras bambalinas los contenidos y la dirección de los temas en un programa. Así mismo, es clave en ayudar a mantener el ritmo y manejar los tiempos del programa
Y aquí viene la pregunta de hoy: ¿Cómo mejorar su trabajo de coequipero?
Para los coequiperos, uno de los aspectos más desafiantes de su función es mantener una comunicación clara. Las siguientes acciones de comunicación mejorarán su valor como copresentador, ya sea que involucre a otros miembros del elenco, al conductor del programa o al director de la emisora:
- Pasar tiempo juntos fuera del aire:
Salir a comer, realizar un paseo o asistir a eventos mejora la química del equipo y crea historias que pueden convertirse en contenido para sus programas. Mientras más conozca a sus compañeros de mesa, mejor será el ambiente con el que contagiará a sus oyentes.
- Preocuparse por su propio desempeño:
¿Qué se necesita para que usted tenga un mejor desempeño? ¿Qué talentos o habilidades tiene que no estén siendo utilizados? ¿De qué otra forma puede contribuir al éxito del programa? ¿Cuándo debe hablar y cuándo debe quedarse callado?
- Regular la carga de trabajo:
Muchos copresentadores están sobrecargados con demasiadas responsabilidades. No tema decirles a sus compañeros de trabajo, en especial al conductor, si siente que sus contribuciones creativas se están viendo disminuidas por tener un exceso de trabajo.
- Alimentar la creatividad:
Investigar, leer, mirar con atención lo que sucede a su alrededor, desconectarse del mundo digital y ver el mundo con otros ojos… todo esto puede encender y poner a jugar su imaginación.
- Tener claro su rol dentro del programa:
Hay que definir claramente los roles del elenco del programa. Usted debe saber cuáles son sus límites. Parte de ellos es nunca tratar de eclipsar la labor del conductor. Los papeles poco claros crean caos, confusión y disenso. Las definiciones claras de los roles crean un equipo cohesionado.
- Preparar su propio material
Si bien es habitual que los productores entreguen material a los integrantes del programa, un buen coequipero siempre deberá hacer su propio trabajo de investigación y preproducción, de forma que pueda sorprender a sus compañeros con información que no conocían.
- Estar preparado para reemplazar al conductor en cualquier contingencia
Ya sea por enfermedad, vacaciones o porque está fuera de la cabina y la señal se cae, un buen coequipero siempre debe estar al tanto del contenido y orden del programa para que éste continúe sin contratiempos cuando falte el conductor.
Lo mismo aplica en el momento de sostener al aire una entrevista o un tema en particular, en caso de que el conductor tenga que salir de la cabina o atender internamente las instrucciones que le entrega producción.
- Colaborar con humildad en lo que el conductor le solicite
Usted puede ser muy buen presentador y tener mucha experiencia, pero en la mesa de trabajo el conductor es el jefe. Usted debe no sólo estar dispuesto a cumplir con lo que le solicitan sino ofrecerse para hacer trabajos menos glamorosos y que permitan al conductor seguir concentrado en su trabajo.
Conclusión
Muchos aspiran a manejar su propio programa. Es la mejor forma de mostrarse ante el público, conseguir fama y comenzar a ganar más dinero por su trabajo. Sin embargo, es importante conocer las limitaciones propias y descubrir si lo suyo es ser proactivo o reactivo.