Muchas veces, lo importante no es lo que se dice sino la forma como lo decimos…
Cuando tenemos la oportunidad de dirigir una emisora, habitualmente nos preocupamos por encontrar los errores de nuestro personal a cargo para encontrar opciones de mejora. Sin embargo, muchas veces les damos instrucciones que, aunque seguramente tienen un fin estratégico, lo hacemos de manera equivocada y les enviamos un mensaje equivocado.
A menudo, entrenamos a nuestros talentos basados en estereotipos que se han venido cocinando con el tiempo, y esto ha hecho que algunas de las cosas que les decimos, simplemente no sean constructivas o valiosas para sus carreras o para las emisoras para las que trabajan.
En este artículo asumo que usted, como programador, administrador o propietario, realmente valora el poder y las habilidades de su personal al aire. Recordemos que, hoy en día, cada canción que se graba se adapta a un dispositivo que cabe en el bolsillo y que cualquiera puede crear su lista de reproducción perfecta. Por estas razones, los talentos de radio suelen ser quienes ayudan a marcar diferencias respecto a las demás emisoras y ante las nuevas plataformas.
Así que aquí están nuestros «6 malos consejos que se les dan a los locutores«.
Lo que les decimos a los locutores: Limite sus locuciones a 30 segundos. No se arriesgue a perder un oyente.
Lo que deberíamos decirles: hable lo que quiera, siempre y cuando lo que diga sea más entretenido que la canción que viene.
Ahora, obviamente, cada estación tiene su propia tolerancia para hablar, especialmente las musicales. Pero cuando se pone límite de tiempo a las locuciones, podemos estar perdiendo grandes oportunidades para que los locutores se luzcan y enganchen a sus oyentes.
Lo que les decimos a los locutores: no hable de usted mismo.
Lo que deberíamos decirles: use experiencias de vida interesantes e identificables para crear contenidos entretenidos y construir su marca.
Lo que los oyentes recuerdan más son las historias y la autenticidad. En diferentes investigaciones de mercado se ha encontrado que hay personas que recuerdan haber escuchado a un locutor hablar sobre un incidente personal que se ha quedado en su memoria, a veces durante décadas. Eso es lo que alimenta la lealtad hacia los locutores, un factor que Spotify, Youtube y demás plataformas simplemente no pueden igualar.
Lo que les decimos a los locutores: los resultados de las encuestas de audiencia son inexactas y no son confiables.
Lo que deberíamos decirles: le mostraré cómo funcionan las investigaciones y cómo el sistema de medición impacta nuestra estación y su programa.
El conocimiento nos vuelve mejores y más profesionales. Y en el caso de las mediciones, comprender el funcionamiento interno del sistema hace que usted se vuelva más sabio y cuidadoso. Aprender las tácticas y los trucos que se desprenden de ellas puede ayudar a que un locutor pueda generar más respuestas a su favor en la encuesta, asegurar que los breaks comerciales y otras interrupciones estén ubicadas de manera adecuada, y que los mejores segmentos de su programación se emitan cuando hay más oídos disponibles. En lugar de denigrar de las encuestas, trabaje con los talentos para una mejor comprensión de cómo funcionan y ver cómo sacarles el mayor provecho.
Lo que les decimos a los locutores: lea las menciones de la misma manera en que están escritas.
Lo que deberíamos decirles: esta es la información esencial. Encuentre formas creativas, vendedoras y entretenidas de decirla al aire.
Mirar un texto y ser capaz de convertirlo en una promoción atractiva e interesante es un arte. Pero eso es lo que los mejores locutores deberían saber hacer. Aliente a sus locutores a usar sus propias palabras, a encontrar los puntos claves y a decir las cosas de una manera que no suenen igual siempre. Ahí está el secreto. De esta forma, sus promociones y frases de batalla sonarán más creíbles y serán más memorables.
Lo que les decimos a los locutores: no estamos tocando esa canción porque es muy floja.
Lo que deberíamos decirles: siempre estamos pendientes del desempeño de cada canción. Para eso revisamos diferentes fuentes y medimos el comportamiento de los oyentes. No trabajamos con nuestro gusto personal sino que tratamos de complacer al público. Así es como funciona el sistema, y es importante que entiendas por qué tocamos y por qué no las canciones.
Si su emisora hace investigaciones de música, quíteles el misterio. Indudablemente es la mejor forma de saber lo que quiere el público. Y si no las usa, explique claramente cuáles son las estrategias de programación de la emisora. Es importante que el personal al aire tenga una comprensión básica de lo que lleva a tomar decisiones estratégicas e incluso saber por qué se agregó o se eliminó una canción de la programación. Esto seguramente les lleva a respetar los procedimientos y sistemas en lugar de pensar que son decisiones arbitrarias o totalmente subjetivas.
Lo que les decimos a los locutores: lo hacemos porque la empresa/el consultor/los dueños nos obligan a hacerlo.
Lo que deberíamos decirles: lo estamos haciendo porque nuestro equipo trabajó en conjunto para forjar esta estrategia. Démosle la oportunidad de ver si funciona.
Como programador, usted puede estar en desacuerdo con un mandato o sugerencia acerca del formato, la música, un ascenso o cualquier otra cosa que provenga de arriba. Pero frente al personal al aire usted debe apropiarse y vender esa estrategia, en lugar de luchar contra ella y poner al personal a su cargo en contra de esa decisión. Usted debe defender las decisiones de la empresa y no arrastrar a sus subordinados a que se pongan del lado suyo. Obedecer órdenes de mala gana no va a fortalecer la credibilidad de su gestión ni lo hará parecer más importante.
Conclusión
Nuestros locutores y demás talento al aire son la cara, la imagen de nuestras emisoras. Ellos diferencian nuestras marcas e impulsan la lealtad. Por eso debemos saber cómo entrenarlos y ayudarles a crecer, eso sí, siempre con mensajes claros, positivos y directos.