El pasado 19 de septiembre, la radio marcó un parteaguas como medio de comunicación, pues tras el fuerte sismo que sacudió a la Ciudad de México, las comunicaciones móviles se vieron paralizadas, al igual que la circulación en la ciudad quedó detenida por algunas horas, puesto que la gente no sabía hacia donde correr, qué hacer o para dónde dirigirse. Muchos automovilistas se estacionaron en Reforma con sus radios prendidos a todo volumen, para que la gente se acercara y escuchara en dónde había sucedido una afectación mayor.
La radio como medio de comunicación ha sufrido la transformación de diferentes medios a su alrededor, y de ella misma ha cambiado, sin embargo, muchas empresas dedicadas a la radiodifusión están entendiendo muy bien hacia dónde se mueve el mercado. Recientes estadísticas presentadas por la casa EY, empresa dedica a la consultoría, revelan que la radio es el segundo medio con mayor alcance entre los mexicanos con un 72%, sólo por debajo de la televisión abierta la cual tiene un 88%.
En cuanto a inversión publicitaria, la radio en México obtuvo entradas que pasan los $7,000 millones de dólares. La inversión y el reparto publicitario en los medios se divide de la siguiente forma: televisión abierta 65%, radio 18%, televisión de paga 9% y prensa 5%.
También el 217 fue un año histórico para la radio, debido a que se hizo la licitación para 257 frecuencias, por lo que se puede observar el interés de los empresarios en invertir en este medio de comunicación. Hacía más de dos décadas que no se daba un proceso de licitación. De las 257 frecuencias que estaban en disputa, sólo 141 fueron entregadas por el Instituto Federal de Telecomunicaciones, debido a que sólo 66 personas tanto físicas como morales, cumplían con los requisitos para obtener estos permisos.
La radio está en una etapa coyuntural en la que se definirá el futuro de este medio, sin embargo los números muestran incrementos que en años anteriores no figuraban. El crecimiento de este medio se debe en parte a que las empresas tuvieron que reestructurarse para ofrecer un servicio de mayor calidad, entendiendo plenamente al consumidor.
