Nota publicada originalmente el 10 de octubre de 2017
Cuente algo de la vida real.
Una de las herramientas más importantes para conquistar a la audiencia es contar historias que enganchen, que diviertan, que den que hablar.
¿Alguna vez le ha pasado que va en el carro escuchando a alguien en la Radio contando una historia, y al llegar a su destino no se quiere bajar para no perderse el final? Cuando usted logra que el oyente esté pendiente de lo que usted habla, el éxito está asegurado.
En 2010, la Universidad de Princeton publicó en el Diario de Neurociencia (Journal of Neuroscience) los resultados de un estudio acerca de lo importante que es saber contar historias.
En uno de los apartes, el artículo decía que «sencillamente, cuando se cuenta una historia, los cerebros de quien habla y de quien la escucha mostraron patrones fuertes de actividad en exactamente las mismas áreas. Las dos personas estaban conectadas en un “emparejamiento neuronal”, lo que creaba una fusión mental entre ambos. Las dos personas se conectaron en dos niveles profundos: la historia y la autenticidad”.
¿Cómo entender eso? Digamos que tuve una experiencia emocionante y quiere compartirlo con mis oyentes.
Probablemente apliqué las “5 W” del periodismo (What, Who, Where, When, Why y How, que responden a estas seis cuestiones de rigor: qué, quién, dónde, cómo, cuándo y por qué). Digamos que ya hice la tarea y tengo la información correcta.
¿Ahora qué? ¿Simplemente cuento la historia? ¿O más bien involucro a los oyentes en ella?
Si la historia que va a contar toca alguna fibra de sus oyentes, ellos se conectarán, ¿cierto? Puede que sí o puede que no. Contar buenas historias es un arte y hay que cultivarlo para poderles dar vida.
¿Cómo hacerlo? A continuación le presento algunos consejos para enriquecer sus historias y cautivar a su audiencia.
1.- Añada un diálogo. Nada funciona mejor en un cuento que mostrar diálogos para atrapar la atención de un oyente. Ejemplo:
- Mi amigo me dijo, “¿sabías que tu novia te está poniendo los cuernos?”
- Yo le respondí: “No, cuéntame, cómo lo sabes…
2.- No se quede en contar la historia. Descríbala: Hay que recrear los eventos y no quedarse simplemente en contarlos. Use entonaciones diferentes, mida el ritmo cuando habla, use expresiones faciales, gestos, lenguaje corporal. Sí, es en serio. Aunque el oyente no lo está viendo, usar el lenguaje de su cuerpo en la cabina de radio se traducirá en una expresión vocal más emocional al aire.
3.- Apele a los 5 sentidos. Una cosa es decir “iba en mi bicicleta” y otra “iba en mi destartalada bicicleta de carreras azul”.
4.- Arme la historia antes de contarla. Antes de salir al aire, sepa exactamente qué es lo que va a contar. Sepa de antemano cómo empezará su historia y cómo la va a terminar. Recuerde todos los detalles.
5.- Decida cuáles detalles deben ser omitidos. Generalmente las mejores historias dejan de lado cosas que desvían la atención. No se vaya por las ramas. Vaya directo al punto.
6.- Seduzca a sus oyentes. Empiece con una frase que enganche. Para crear un gancho efectivo, pregúntese a usted mismo, “¿qué es lo que llama la atención?”. Ejemplo:
- «Díganme si lo que les voy a contar hace de mí un mal padre”.
7.- No hay que buscar un chiste al final de cada historia. Las cosas divertidas en las historias habitualmente no son el chiste del final. Lo divertido es lo que pasa con las personas y las circunstancias. Y cuando la gente se ríe es porque piensa, “sí, eso me ha pasado a mí”.
8.- Sea vulnerable. Los oyentes responden a la vulnerabilidad. No esconda sus errores y embarradas. Ríase de usted mismo. Así no le hace mal a nadie y la gente se identificará con usted.
Conclusión
Para que un talento de Radio pueda crear contenidos auténticos y con los que la gente se sienta identificada, se deben buscar nuevas experiencias, salirse de su zona de confort y buscar historias de la vida real.
Mientras muestre más de usted en una historia, más profunda será la conexión con el público. Los oyentes seguramente responderán a la perspectiva que usted les muestra y querrán compartir sus propios sentimientos, experiencias y conclusiones.