Nota publicada originalmente el 13 de noviembre de 2017
Cómo evitar errores y motivar a su gente.
Hace unos años, el veterano consultor estadounidense de Radio Mike McVay creó una lista de los 10 errores más grandes que cometen los directores de emisora.
Para recopilar esta lista, McVay visitó cada uno de los 50 mercados radiofónicos de los Estados Unidos y les pidió a los gerentes de las principales emisoras que le dijeran cuáles son los 3 errores más grandes cometidos por los directores con quienes han trabajado.
Luego McVay le pidió a su staff de 13 consultores que le dieran su lista de los 10 errores más comunes de los directores.
McVay descubrió rápidamente a través de su experimento no científico que las respuestas de los gerentes generales coincidían prácticamente en todo con la lista de los consultores de McVay.
En este artículo le voy a presentar la primera parte con 5 errores de esa lista, y en un nuevo artículo, que publicaré también esta semana, le mostraré el Top 5.
10: Aprenda de la historia
Los directores menosprecian la historia de las emisoras en su mercado. “La mayoría de las veces un director llegará y olvidará inmediatamente lo que se ha hecho antes que él”, dice McVay.
“Algunas veces aparece alguien que lanza una emisora que se llama “Kiss” o “Mix” o “Power” a sabiendas de que ya existió una con ese nombre en el mercado; falla miserablemente y muere tres o cuatro años después”. “La mayoría de los programadores no vienen y preguntan. No se detienen a conocer la historia de la emisora o mirar lo que ha pasado en esta frecuencia”.
El consejo de McVay es conocer la historia de la emisora y encontrar qué ha pasado en el mercado.
“Salga a la calle y hable con la gente para que pueda descubrir cosas; por ejemplo, cómo se refieren a la emisora, qué nombre le dan, con cuál estilo musical la identifican, qué es lo que más aprecian, qué es lo que les molesta, cuáles personajes son importantes, cuáles programas les gustan”.
9: Enfóquese en la estrategia
Los directores se ven agobiados por múltiples tareas e ignoran la estrategia acordada entre todos. “Piense en su propio día por un segundo. ¿Cómo es que varios directores no escuchan sus emisoras apenas llegan a la oficina?”, se pregunta McVay.
“Cada dos minutos usted afronta un problema, tiene que resolver algún asunto con el ejecutivo de ventas que quiere una promoción especial para lograr su venta; usted tiene un disc-jockey que no tiene tiempo para quedarse hasta tarde haciendo la producción; y así hay más y más cosas que atender”.
McVay piensa que los buenos directores son lo que saben organizarse. Piensa seriamente que tienen que ser creativos, pero que no se ganarán nada si todas esas ideas que tienen en mente no las pueden concretar. También dice que es fácil que se vean envueltos activamente en el día a día y olviden la estrategia.
McVay cree que los directores deberían tener un pedazo de papel en su escritorio con la estrategia de la emisora. “Regrese siempre a su estrategia. Si todos en su emisora están de acuerdo con ella, estoy convencido de que se comprometerán a cumplirla religiosamente”.
El consultor recomienda los “Walk-away Wednesdays” («Miércoles de Escapadas»), en los que los directores se tomen un día cada dos semanas para salir de la oficina. La idea es que pasen al menos 6 horas fuera escuchando su emisora.
“Vaya a algún lugar remoto, pues si se queda en casa podría distraerse. Vaya a un hotel, dé una vuelta en su carro, vaya a algún lugar y escuche su emisora, pero escúchela de verdad”.
8: Haga del talento una prioridad
Es común fallar al no tratar a sus talentos como una prioridad. “’Hey, Brian, lo espero en mi oficina a las 10:00. Vamos a hacer un aircheck’. Brian llega a su oficina a las 10:00 y lo ve a usted responder dos o tres llamadas”, dice McVay. “Luego le dice ‘Ya vengo, tengo que resolver un problemita en Ventas’. Cierra la puerta, y cuando regresa ya son las 10:30. Brian está pensando ‘Hey, pude haber adelantado algo de la producción o algo más que tenía que hacer’”.
“La clave”, dice McVay, “es tratar a sus talentos como una prioridad y demostrarles que son importantes para usted. En retorno, ellos le colaborarán más. El objeto no es hacerlos sentir como trabajadores de ensamblaje en línea sino que usted está realmente interesado en el trabajo de ellos. “Comuníquese con sus talentos. Haga que ellos entiendan exactamente qué es lo que usted espera de ellos”, asegura.
McVay recomienda un libro que salió en 1983 y que habla acerca del manejo de personal. Se llama “The one minute manager” («Gerencia en un minuto»), de Ken Blanchard. Divide la administración en tres pasos: El regaño de un minuto. La fijación de metas en un minuto y la alabanza en un minuto.
- El regaño de un minuto: “’Realmente pienso que tu programa pudo estar mejor hoy. Hablaste de una manera que no fue eficiente. Quedamos en que ibas a ir al grano cuando hablaras, y no lo hiciste. ¿Entiendes por qué tienes que ir al grano? Porque tus oyentes se pierden cuando hablas’. La idea no es regañar o denigrar de su trabajo. Lo importante es hacerle entender qué pasa cuando se equivoca”.
- Fijación de metas en un minuto: “’Tú y yo sabemos que podemos resumir más. No estoy diciendo que no puedas hablar 15 o 30 segundos o que todo tiene que ser dicho en 20 segundos. Lo único que quiero es que vayas directo al grano. No uses más palabras de las necesarias. Si sigues las instrucciones, sé que la gente se quedará escuchándote por más tiempo. Trabaja en eso y veamos cómo te va en el próximo estudio de audiencia’”. Hágale saber qué quiere que sea corregido y póngale una meta”.
- Ahora la alabanza: “’Eres una buena personalidad al aire. No estarías en esta emisora en el turno del mediodía si no pensáramos que nos puedes ayudar a ganar audiencias en los lugares de trabajo’”. Trate a su gente como una prioridad; comuníquese con ellos; no les mienta; pase tiempo explicándoles lo que usted quiere que ellos hagan.
7: El mismo acto, ciudad diferente
Usted seguramente ha oído acerca de un director que ha sido exitoso en un pueblo, llega a una gran ciudad y, apenas llega, hace exactamente lo que hizo en su emisora anterior.
McVay dice, “Hay directores que entran a su nueva oficina en Miami y dicen ‘Hey, yo hice esto en Fort Wayne, Indiana. Yo sé que funciona. Fue muy exitoso’. No transfiera su estrategia de una ciudad a otra. Haga la tarea en su mercado. Investigue y ejecute la estrategia convenida”.
6: No les siga el juego a los sellos discográficos
Caer en el juego de las disqueras. McVay dice, “es muy fácil perder la visión de que el trabajo principal del director es construir una gran audiencia. Si se hace correctamente, los sellos discográficos estarán felices y nosotros también. Pero hay algunos directores que se dejan envolver en el juego de las disqueras –olvidándose de lo que es importante para los oyentes, u olvidando el sonido de la emisora para ayudar a un amigo porque su canción es una prioridad para ellos, o sacando una canción antes de que los oyentes se cansen de ella”.
“Algunas veces un sello viene y dice, ‘Ya no vamos con esa canción. Ya tenemos una nueva. Ya acabamos con la canción vieja de 50 Cent. Tenemos que mover la nueva. Puedes poner la anterior en tu categoría de Recurrentes’.
“Usted no puede hacer eso. Usted tiene que pensar en lo que es importante para sus oyentes. A la luz de los difíciles momentos financieros que tanto la radio como las disqueras están viviendo, más que nunca ambos tenemos que ser parte del mismo equipo. Les recomiendo a todos los directores que eviten absolutamente el juego de las disqueras”.