¿Cómo se desarrolla una carrera dentro de la radio? ¿Cómo fueron tus inicios?
En mi caso, a los 15 años comencé haciendo locución para comerciales, y cuando una locutora se peleó con el otro conductor y necesitaban una voz femenina, vi la puerta abierta y me metí. Luego concreté una carrera de comunicación, pero la base es ir aprendiendo de todo alrededor. Trabajé con Fernanda Tapia en algún momento, también con Javier Solórzano…es tiempo de picar piedra.
Ese es uno de los dilemas de la profesión… ¿El talento para hacer radio se trae o se aprende?
Es que son las dos cosas. Puedes tener una capacidad innata y enfocarla en lo que quieras, pero es importante tener un fundamente teórico, porque en algún momento te va a servir.
¿Cómo cultivas tu voz, haces ejercicios, alguna disciplina?
Puedes tener una voz buena o bonita, pero tienes que aprender a modularla para proyectar tanto la intención como la emoción que quieras darle a lo que estás diciendo. Es como lo grandes cantantes, que tienen voces maravillosas y educadas, pero que no emocionan nada.
¿Qué vicios has notado en la locución?
Que los locutores cuidan mucho la técnica y no la emoción. O que los locutores impostan su voz con tal fuerza que no se nota natural y a la larga ocasiona daños. Cuando inicié no había mucho de eso, entonces teníamos que estudiar con una maestro de canto.
¿Y ya se profesionalizó mucho más esa área?
Sí, ahora los locutores tenemos alternativas. Ahora hay actores de voz. De hecho ha habido mucha molestia de parte de locutores profesionales porque algunas figuras con una mejor imagen pública les ganan los papeles a esos locutores que tienen mejor preparación.
En el caso específico de tu voz sexy en las cápsulas de Charros contra Gansters, ¿es un personaje, hay algo de impostado?
Es que tienes que ser un poco como un actor a la hora de proyectar lo que dices. Si dices algo sarcástico, debes tener el tono adecuado, si no, no se entiende. Puedes tener un buen gag, pero se pierde o suena pesado, tienes que cuidar cómo conectas y cómo empatizar con el oyente. Lo de la voz sexy fue un personaje que se creó hace ya 4 años, eran cápsulas justamente de sexo, pero con sustancia, así el tono de voz. Curiosamente hace tiempo me contrataron de una empresa que vende condones para doblar la voz de las modelos de los comerciales, normalmente ninguna modelo habla como las escuchas.
¿La radio sigue siendo un medio de comunicación muy influyente?
Claro, aunque antes era diferente, ha evolucionado. Antes tenía esa parte de misterio, escuchabas al locutor y no sabías cómo era. La radio no cambió, lo que cambió fue la forma de interactuar con ella. La radio es importante porque hay comunidades que no tienen internet ni televisión y la radio es su único medio de comunicación. En nuestro caso, se presta que la gente nos sintonice porque a las 7:00 PM que comienza Charros contra Gángster, van en sus coches, atrapados en el tráfico. Si vas en el coche ¿qué haces? prendes la radio. La radio sigue siendo muy importante, y la gente sigue estando ahí. Tanto, que ahora tiene mayor peso que la televisión, que ya nadie ve.
¿A qué retos se enfrenta la radio?
Hay una disposición, que está frenada, que indica que debes indicar a la audiencia cuándo es información tal cual y cuándo es una opinión personal. Es terrible, subestima al auditorio. Por el tipo de programa que tenemos, que es mucho de opinión, estamos preocupados de ver qué hacemos, estamos cayendo en otras formas de control. Tengo fe en la humanidad y creo que la gente sabe cuándo es opinión y cuando es una nota informativa.
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