“…olviden el miedo, la angustia y a volar alto”.
La noche de este jueves era fría, así que un buen cafecito para aligerar el clima no estaba de más. Sin embargo, la dosis de cafeína combinada con el repertorio y presencia de Café Tacvba sobrepasó las expectativas, llenando de calor su debut ante 20 mil personas en la Arena Ciudad de México al dedicar “Chilanga banda” a los damnificados de los 7S y 19S e invitar a continuar apoyándolos.
Poco más de media hora de retraso no fue impedimento para que el aroma a la bebida invadiera al foro ubicado en Azcapotzalco este 23 de noviembre. Ahí, la banda comandada por Rubén Albarrán presentó su más reciente álbum JeiBeib dentro de su “NiuGüeisTur”, pero como el propio cantante lo advirtió, también sonaron las canciones clásicas de su repertorio.
El sudor hizo al vocalista de la banda ir despojándose poco a poco de varias capas de ropa, hasta que llegó a una playera de tirantes, con un pantalón en tono kaki y el resto de los integrantes también cambiaran en varias ocasiones de vestuario al tiempo que interpretaron “Futuro”, “Disolviéndonos”, “Matando”, “El aparato”, “Desperté”, “Enamorada”, “El padre” y desatando la euforia con “Eres”.
Muchachos, buenas noches. ¿Cómo están? Qué chin… estar aquí con ustedes; es nuestra primera vez en la Arena Ciudad de México, y en realidad el lugar no importa, lo importante es estar con ustedes y verlos contentos, para nosotros es un placer compartirles la música, deseamos que esta noche se la pasen bien, se olviden del miedo y la angustia y vuelen alto”, dijo el vocalista de la Cafeta.
Poco después vino el momento de “Chilanga banda” como remembranza a los damnificados de los terremotos ocurridos en septiembre pasado. La velada llegó a su momento cumbre, pues siguieron un cúmulo de clásicos que pusieron a saltar, cantar y bailar al respetable sin importar su edad. Se trataron de “Las Flores”, “Eo”, “El fin de la infancia” y “Chica banda”.
Después de esta catártica fase del concierto, la calma volvió al recital. Meme aprovechó el momento para colocarse al piano e interpretar “El mundo en que nací”, demostrando que Café Tacvba es una agrupación que no necesita más que su presencia y música para llenar cualquier escenario, pues durante todo el show solo había paneles de luces multicolores.
Con el carisma que lo caracteriza, Rubén no podía dejar pasar la oportunidad de dar un discurso a sus “muchachos”. Hizo reflexiones respecto al cuidado de la naturaleza, del agua, del planeta y de los animales, para después continuar con la gran fiesta ante un foro prácticamente lleno.
Si bien, en un falso final, el grupo ya había anunciado que tocarían una hora más, Cafeta deleitó a sus fans de la mano de “Aviéntame”, “De este lado del camino”, “Déjate caer” con la típica coreografía cargada de meneo de cadera y sensuales pasos a cargo de Quique, Rubén, Meme y Joselo.
“Paparapapa-eo-eo, Paparapapa-eo-eo” coreaban los fans de la banda y por fin para cerrar la velada, fueron complacidos para dar paso a “El baile y el salón”, una de tantas melodías con la que las bajas temperaturas registradas en la Ciudad de México “les hicieron los mandados” a los asistentes durante el concierto, pero una vez que el aroma a café se esfumó, el frío invadió de nueva cuenta a las afueras de la Arena.
