«Despacito», ganadora absoluta.
Si ya de por si Las Vegas es una ciudad espectacular, la noche del 16 de noviembre fue sencillamente impresionante.
La 18va. Entrega del Latin Grammy, el más importante galardón a la música en nuestro idioma, estuvo por todo lo alto, contando con los más grandes talentos de la industria, en una ceremonia en la que el actor mexicano Jaime Camil fue el presentador estelar.
Después del desfile de celebridades por la famosa alfombra roja, dio comienzo la ceremonia de premiación. Cabe aclarar que solo las categorías más sobresalientes son anunciadas durante la transmisión por televisión.
Hubo grandes ganadores, pero también muchos ausentes en esta noche de premios. La triunfadora absoluta, sin lugar a duda, fue “Despacito”, el tema que está por llegar a los 4 billones de reproducciones en YouTube. Para sorpresa de muchos, Residente no arrasó con las categorías donde estuvo nominado.
Las actuaciones estelares estuvieron a cargo de Rubén Blades, Nicky Jam, Natalia Lafourcade, Alejandro Fernández, Residente, J Balvin y muchos más.
Alejandro Sanz, nombrado Persona del Año, agradeció la distinción y dedicó su galardón a los “Dreamers”, los jóvenes que viven en los Estados Unidos y se encuentran en un limbo migratorio.
Gran parte de la prensa especializada concuerda en que a la alfombra roja le hizo falta nuevas caras, sobre todo entre las damas, ya que dicen los expertos, son las mismas de cada año. A propósito de novedades, a quien se le vio muy contenta en su primera alfombra roja, fue a Chiquis Rivera, quien estaba acompañada de su pareja.
Un escenario espectacular, con muchas menos fallas de sonido que en años anteriores, fue testigo del reconocimiento del público, la Academia de las Artes de la Grabación y cientos de artistas, a lo más destacado de la música latina.
Extraordinaria producción, con grandes luminarias de la música, que seguramente, inspirarán a generaciones de músicos y cantantes en muchos años por venir.
Fotos: J, Camil, R, Sánchez y Sanz / UPI
Foto Mauma / E Online