No es todo es de color de rosa en la industria de la música
Un estudio llamado “Can Music Make You Sick?” reveló unos datos muy interesantes que demuestran cómo afecta la industria de la música a los artistas. Primero, 71% de los músicos dijo que experimentó síntomas de ansiedad o ataques de pánico, mientras que 68.1% pasó por depresión.
Los músicos no son tratados como empleados de las discográficas, por lo que enfrentan inestabilidad laboral. Estos factores conducen a una gran cantidad de problemas de salud mental. Algunos sugieren que los músicos trabajen a tiempo completo, con todos los derechos que conlleva el estado, así como crear un código de conducta para el manejo de problemas de salud mental.
Ahora, cuando se mezcla el estrés con el alcohol, las cosas se ponen mucho peor. Los problemas de salud mental se incrementan hasta un punto de descontrol. La falta de descanso, los excesos, todo afectan.
No existen reglas, controles y sí trabajo en exceso
El estudio «Can Music Make You Sick», realizado por Sally Anne Gross y el Dr. George Musgrave de la Universidad de Westminster, pinta una imagen sombría de la salud mental de los músicos, ya que el entorno en el que viven y respiran los pone en peligro de problemas de salud mental.
Añadamos las redes sociales a la ecuación. Los artistas revisan de inmediato Twitter o Facebook para conocer las impresiones de los fans, lo cual genera estrés y los ata a un mundo del cual no tienen un control real.
Los artistas critican que las disqueras no ayudan de verdad a los músicos y entregan muy tarde las regalías que, por defecto, les corresponden.
Los músicos están en mayor riesgo que otros profesionales en lo que respecta al desarrollo de enfermedades de salud mental. Mientras que el 68.1% de los músicos (de los encuestados en el Reino Unido por “Can Music Make You Sick”) experimenta síntomas de depresión, uno de cada cinco miembros del público ha experimentado los mismos síntomas (personas mayores de 16 años).
Esta clase de estudios pueden servir para relacionar el retiro prematuro o la lamentable muerte de muchos artistas que en un punto de sus carreras llegaron a la cima y de pronto cayeron.
Fuente: Iceland Review