No todo está basado en la realidad, ¿o sí?
Le creatividad nace, muchas veces, de lo que sucede a nuestro alrededor. Tal vez fue un suceso histórico, un encuentro romántico o, incluso, pisar un chicle en la calle. Las canciones son el canal perfecto para relatar algo y que la gente vibre de la emoción.
Ahora, ¿todo debe ser perfectamente contado? La idea es que sea así, sin embargo, la historia nos enseñó que escritor pone algo de su cosecha.
Los trovadores no contaban exactamente lo que sucedía en un duelo de espadas. Siempre lo ajustaban para que la gente se emocionara y así recibir las monedas del amable espectador.
Lo mismo sucede hoy en día. Cuando son hechos históricos, las canciones deberían atenerse a la crónica original de lo que sucedió, pero no siempre pasa así.
Pongamos un ejemplo muy claro: “Traición y Contrabando”. ¿Camelia mató a Emilio de 7 balazos? Igual y fueron menos, pero no tiene el mismo impacto decir que fueron 2 a 7 o más. El público siempre espera un clímax especial, no un aburrido momento que no aporta nada a la lírica.
Ahora volteemos al siempre cuestionable reggaeton. La mayoría de las letras tienen pretenciosas rimas que quieren imitar al rap y hip hop en inglés, por eso los temas tienen que ver con sexo o cosas inverosímiles. El objetivo es que el “beat” y “el verso” vayan de la mano y la gente se menee.
Por otro lado, ¿te has preguntado si lo que escuchas en una canción realmente sucede? En la mayoría de las ocasiones tenemos escenarios imposibles, sin embargo, ese es el deseo del escucha… Con fe lo imposible soñar, al mal combatir sin temor, triunfar sobre el miedo invencible. La letra de “Sueño Imposible” es apenas uno de los millones de ejemplos de que en las canciones la gente prefiere escuchar las cosas más irreales, pero, al mismo tiempo, más positivas.
Lo que realmente pasó debe funcionar como un motor de inspiración a la hora la creatividad.
Fuente: BMI
