La eterna pelea entre los tecnócratas de Internet y la vieja escuela de la radiodifusión.
Internet es defendido como el político que vino a mejorar la vida de las personas y en realidad ha hecho lo contrario… O más bien son los individuos que no saben aprovechar las bondades de la gran carretera de la información. La radio y la televisión son considerados como un par de vejestorios que sólo acumulan polvo. Hoy, en un mundo donde más del 90% de los norteamericanos escucha radio y millones de personas pasan cientos de horas al día en Facebook, ¿quién tiene el control del éxito de la música? ¿Por qué parece que hay una guerra entre la radio y las disqueras?
Un tendencioso grupo dirá que es Internet el lugar donde un par de clics comprueban teorías y callan falsedades. «Despacito», el tema del verano y probablemente del año, tiene el récord de más reproducciones en YouTube, Spotify y cientos de plataformas más. Podríamos decir que el tema de Luis Fonsi y Daddy Yankee se volvió viral y nadie lo quitó de ahí.
¿Acaso fue un golpe de suerte? Tal vez, porque no todos los videos de reggaeton alcanzan semejantes cifras. Por ahí van «Mi gente» y otros temas en español, pero tampoco es para tanto.
¿Qué sucede con las demás canciones? Si no pegan de inmediato en línea, ¿dónde?
Hace poco, la cantante Kelly Clarkson realizó con su esposo y manager una fiesta a la que asistieron 200 programadores de radio. Ellos son los que dicen si una canción va a pegar o no. Digamos que son para la música lo que los curadores para las obras de arte en un museo. Y es por eso que aprovecharon para hacerles escuchar el nuevo disco de la cantante.
Los datos de Nielsen no mienten
Seguro que Kelly está al tanto de toda la información que publica Nielsen sobre que la radio es el lugar para descubrir música, o simplemente deseaba la opinión de la gente que sabe del tema.
A pesar de que los usuarios juegan a ser personalidades y hacen curaciones de canciones, la realidad es que los profesionales son los indicados para decir qué suena bien y merece varias reproducciones al día. Claro, esta clase de comportamientos se prestan para la olvidable payola que sobró durante la década de los 80, sin embargo, los tiempos y los consumos evolucionaron.
El “problema” de la relación entre las disqueras y la radio va más allá y tiene que ver con las regalías, en especial dentro de Estados Unidos. Existen presidentes de organizaciones dedicadas a la música que aseguran que lejos de apoyar la carrera de los artistas, la radio FM castiga la venta de discos.
No faltará el que opine lo mismo, más porque los servicios digitales sí reparten regalías y la radio en otros países también.
La importancia de las relaciones públicas
No estamos en un momento en que los artistas puedan darse el lujo de depender sólo de las plataformas digitales. De hacerlo, necesitarán de trabajar 5 o 6 veces más o tal vez un golpe de suerte los ayudaría. Las posibilidades son amplias.
Por eso es importante que los artistas y disqueras recuerden que la radio es importante para la promoción de su material. La gente se emociona cuando encuentra su canción favorita en la radio a pesar de que la tiene un par de clics con su teléfono.
Ahora, una relación es de 2, no de una parte, por eso debe existir comunicación entre los programadores de la radio y las disqueras. Así veremos un cambio en general dentro de la industria de la música.
Con información de Jacobs Media.