Todo fue Des-pa-ci-to…
Con la llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos, ¿no se supone la Unión Americana debería ser mucho más blanca? Es cierto que la violencia contra los latinos y el racismo se han disparado en el país de las Barras y las Estrellas, sin embargo parece que su punto débil es la misma propaganda que ellos alimentan. ¿A qué nos referimos? A la música.
Desde la primavera hasta el verano, “Despacito” se robó, sin problemas, los reflectores de la música en inglés. Lo más irónico es que la canción de Daddy Yankee y Luis Fonsi sólo necesitó del empujoncito del siempre controvertido Justin Bieber para alcanzar ese ansiado puesto.
Esto a su vez dio un gran impulso a otros temas, y así tenemos que en los primeros 25 lugares de Estados Unidos (de acuerdo con YouTube), encontramos a Luis Fonsi y Maluma, cada uno con su respectivo éxito. Es impresionante que dos canciones en español hayan sonado durante todo el verano junto a nombres como Bruno Mars o Ed Sheeran.
Ahora, la cosa es muy distinta en el tema global. Hasta parece invasión. Luis Fonsi, Maluma, J. Balvin, Shakira, Wisin, Enrique Iglesias, CNCO, Nicky Jam, Daddy Yankee, Danny Ocean y Ozuna están dentro del top 25 de YouTube global con al menos una canción.
La tendencia habla por sí sola. La música en español tiene la oportunidad para dominar el mercado mundial, siempre y cuando sus exponentes se esfuercen por llegar a la mayor cantidad de personas. Enfocarse en un nicho provocará que se queden simplemente ahí.
Con el paso del tiempo aprendimos que la barrera del lenguaje se puede saltar. Para ejemplo sólo recordemos el “Gangnam Style”, una canción coreana que rompió la radio en todos los idiomas posibles. Hoy, la estafeta la tiene “Despacito”. ¿Quién la seguirá cargando?