Nacido artísticamente en el programa televisivo “Operación Triunfo”, la relación de Manuel Carrasco con dicho medio ha sido bastante estrecha, pues aunque tuvo un bajón significativo que duró algunos años, ha sido gracias a su talento y a la exposición que ha tenido en reality shows musicales parecidos, como “La Voz”, que ha logrado reponerse hasta alcanzar nuevamente un lugar importante en la música pop, que lo llevará a presentarse en El Plaza Condesa de la Ciudad de México el próximo 12 de octubre, por primera vez en su carrera.
¿Cómo lograste sobreponerte al bache que vino en tu carrera tras tu salida de “Operación Triunfo”?
Mirando hacia atrás lo que sucedió era algo natural. La popularidad que viene de manera rápida o muy directa no siempre quiere decir que sea buena o válida para hacer una carrera discográfica, eso lo haces con el tiempo. Yo necesitaba ese tiempo para convencer al público de que mi propuesta valía la pena.
Sin embargo, es curioso que en tu regreso hayan estado involucrados ese tipo de programas, pues has participado en “La Voz” tanto en España como en México. ¿Podrías decir que eres un artista hecho para los reality shows?
No puedo decir lo contrario, mi idilio con la televisión ha sido muy positivo, es cierto que yo siempre fui un chico muy tímido y que las luces y las cámaras me dieron siempre un poco de reparo, pero la música ha sido el medio para poder aprender y quitarme muchos miedos que tenía y crecer como artista. No te diría que no, la tele ha sido siempre una muy buena aliada en mi carrera.
¿Podrías decir que a pesar de la era digital, los medios tradicionales siguen funcionando para algunos artistas?
Sí, ahora hay diferentes fórmulas, música y canciones que pegan en momentos dados, pero creo que siempre habrá caminos para todos –sobre todo las cosas que se hacen con honestidad– y no entiendo por qué hay que hablarle siempre a un público masivo. Puede ser que en determinados medios le hables a un público un poco menos masivo pero bien fuerte y que sirva para hacer una carrera bonita. No todo lo que reluce es oro, como se suele decir.