Reportera de cultura en el IMER, Carolina nos narra vivencias, andanzas y circunstancias de la tarea periodística de hacer radio de periodismo cultural en México.
¿Qué hace un reportero de cultura en la radio?
Es una labor maravillosa, somos muy pocos los reporteros de cultura en la radio en nuestro país; de hecho, son muy pocos los noticiarios que abren este espectro de contenidos dentro de sus esquemas, o de sus escaletas. En el Sistema Nacional de Noticias del Instituto Mexicano de la Radio contamos con cuatro reporteros dedicados únicamente a ello, somos el único medio que cuenta con un esquema dedicado a la radio cultural y esto hace que tengamos la posibilidad de cubrir todas las actividades culturales y artísticas que se estén presentando en la Ciudad de México y en las diferentes plazas en las que tenemos emisoras, así como a nivel nacional e incluso, mundial.
El periodismo de cultura es un oficio maravilloso en el que te pagan por leer, por ir al teatro, por ir a los conciertos, por platicar con estos grandes personajes que crean arte, exposiciones y puestas artísticas. Y de alguna manera somos promotores culturales, pues nuestra tarea es que por medio de nuestra voz y contenidos invitemos a los radioescuchas a asistir a todas estas manifestaciones culturales que se están generando en distintos recintos; así nuestra labor es presentar el panorama multicultural, multisonoro y cromático para la audiencia.
Luego de dieciocho años de labor en la fuente de la cultura y como reportera del IMER, ¿ cuáles son los programas en los que has colaborado?
Yo inicié como redactora y a los seis meses me mandaron a reportear, y desde entonces esta es mi labor. Colaboro en las tres emisiones de Antena Radio, noticiario base del instituto, tuvimos además a cargo un programa que se llamó El placer del ocio donde nuestra idea fue quitar de la mente de los radioescuchas esta idea de que la cultura es aburrida o esquemática, y hacerla algo mucho más cercano. Luego nos lo quitaron y lo cambiaron por La Feria Carrusel Cultural que es un noticiario cultural que hasta la fecha sigue vigente; además estuve colaborando en una serie que se llamó Al Caer la Noche que versaba acerca de cultura y otras actividades relacionadas con la vida nocturna. Fuera del IMER hice programas en Radio Capital, en abc Radio y varios más.
¿Cómo es que te fuiste haciendo especialista en la fuente de cultura?
Fíjate que es como este sueño guajiro que nunca pensé alcanzar. Mis compañeros habían leído más que yo, visto más, escuchado más, pensé que no lo lograría. Cuando yo llego a la fuente, llegué muy verde, y me tuve que acoplar, aunque naturalmente había atributos que me fueron muy afines: siempre me ha encantado leer, la música, el cine, el teatro, siempre he sido muy asidua a estas áreas, pero no tenía el bagaje de mis compañeros y empecé a pedir opiniones y que me recomendaran música, libros, discos… Me he ido haciendo conforme la marcha, porque si te fijas no hay una especialización en ninguna institución educativa acerca del periodismo cultural, esta labor se hace en la calle, es un oficio, y te vas haciendo conforme te vas conectando con los artistas, conociendo los libros, los discos, los espectáculos, y teniendo contacto con los autores. En la música, por ejemplo, pasó así: los primeros conciertos que veía me parecían todos buenos, y me fueron invitando a que escuchara diferentes versiones de las mismas piezas hasta que fui comprendiendo las diferentes interpretaciones y puestas con diferentes músicos y versiones, y hoy doy seguimiento a la música desde el pop hasta todos los géneros. Cultura es todo, todas las manifestaciones.
¿Cuándo es alta cultura, cuándo es baja cultura y cuál es la que recomiendas al público en el IMER?
En el IMER es cultura en general, hoy por ejemplo, tratamos notas como estas: fue el concierto del CECAM, escuela de cultura oaxaqueña, pero también llegó la nota de que la Sonora Dinamita tuvieron un accidente, y se manejó, porque además, llegamos a estaciones del grupo IMER cuya audiencia y género es esta música; o bien manejamos conciertos de música pop, pero lo hacemos analizando cómo está funcionando la música pop respecto a los espacios de vanguardia. Aquí es donde está nuestra labor, tocar la cultura y no pelearnos con qué es cultura, porque en música, por ejemplo, mucha de la “llamada música culta” nace de la música popular. Dado que las estaciones del Instituto tocan a públicos que van desde los adultos mayores de la XEB, los escuchas de música afroantillana o regional en Cananea, o los escuchas de Reactor, pues nuestro perfil de manejo de información de cultura es amplísimo y tratamos de satisfacer todas estas manifestaciones.
¿Podrías decir que el IMER es formador de educación cultural?
Somos formadores de las audiencias y de nosotros mismos, nosotros en nuestra labor periodística también nos vamos formando, evitamos malos usos del lenguaje y favorecemos, incluso, en la hechura de nuestras notas, aportar reglas adecuadas de sintaxis, de expresión y correcto uso de los términos. De hecho usamos las declaraciones de los actores sociales y corregimos los malos usos, sin burla, sino con intención de favorecernos todos. La idea es rescatar el lenguaje.