RADIO NOTAS.-Pueden pasar muchas cosas negativas en torno a la programación de una estación radial siempre y cuando sus locutores y programadores se les olvide la palabra “sentido común”.
El sentido común es la facultad para orientarse en la vida práctica. Una palabra que permite ahorrar tonterías: calcula lo probable y lo improbable, lo razonable y lo absurdo. No se atiene a reglas sino a lo que puede funcionar y no es perfeccionista, que esto es neurótico, sino que prefiere «lo razonable».
Muchas de las emisoras musicales e interactivas pierden el tacto con su audiencia por motivos simples a la hora de realizar su programación. Uno de esos factores son las tandas extendidas de promociones y publicidad en un sólo bloque comercial.
El respeto a una figura que falleció
El sentido común indica que cuando una persona importante para la sociedad muere, su estación favorita debe ser sensible ante su dolor y colocar una selección musical que vaya acorde con la situación de tristeza. No importa el concepto programático de la emisora a la hora de respetar la memoria de una persona especial para los oyentes.
En conclusión, una gran mayoría de programadores y locutores se pierden en los horarios y los días prudentes para tocar temas musicales y debates sobre sexo, noticias trágicas, así como también temas de corte político y religioso.
