Al igual que las compañías más grandes que hoy dominan Silicon Valley, las bandas más importantes de todos los tiempos comenzaron en un pequeño garaje.
Lo interesante de ambos mundos es que tanto la música como la tecnología son tratados como empresas que generan dinero y empleos para creativos, vendedores y ejecutivos.
Existe la falsa premisa de que la música es puro glamour y reflectores, cuando en realidad es una industria que abarca muchas líneas; venta de mercancía, conciertos, grabación y mucho más.
Si la gente que crea música no trata a su producto como lo que es, entonces hay un problema muy serio. Por eso, los músicos deben tratar a su banda como un startup, en especial durante los inicios.
En lenguaje de empresas, los fans son los consumidores y es importante mantenerlos amarrados al producto, en este caso la música. Todo lo que se invierta en una banda deberá verse reflejado en los seguidores, que a la vez gastan dinero en boletos de conciertos, discos o en cientos de miles de reproducciones en servicios de streaming.
Los productos más comunes en una banda serán: lanzar música, videos y tocar en conciertos. Todo esto tiene un costo en cuanto a producción. Es importante que una banda entienda cómo recuperar la inversión, porque a final de cuentas todo suma.
Una estrategia interesante para saber cuántos fans tienes está en hacer un registro de los compradores que adquieren tus productos en un concierto. Para obtener el nombre, sexo y correo de la persona, las bandas deberían ofrecer una canción descargable o algún detalle en línea a cambio de obtener los datos durante una compra. También vale contabilizar los números de redes sociales, sin embargo, no hay como tener las cifras exactas de una base de datos.
La colaboración con otras bandas, el contenido en video y las presentaciones también son clave para desarrollar estrategias a corto, mediano y largo plazo.
A final de cuentas, un músico debe tratar como un producto a sus creaciones para comenzar a monetizar y así crecer.
Atrás quedaron los días de pegar por arte de magia.
La música debe ser tratada como un startup.
Con información de DIYMusician.
