El problema principal de la radio pirata en los Estados Unidos, y alrededor del mundo, es que interfiere con la señal de las emisoras con licencia, provocando pérdidas de muchos miles de dólares que no se van a recuperar nunca, ni con demandas y multas.
Ahora bien, la intención de defender a la radio de los piratas la mayoría de las veces termina en buenas intenciones, a pesar de tantas multas que llega a levantar la FCC. Ajit Pai ha sido claro en su mensaje de combatir a los emisores sin licencia, sin embargo, parece que los resultados no son los esperados.
Hace poco la FCC multó con más de 120 mil dólares a una estación de televisión que transmitió por más de 20 años. El problema no es la cifra, sino permitir que la televisión pirata operara durante tanto tiempo.
Para Michael O’Rielly, un comisionado importante dentro de la FCC, los piratas son como unas ratas que infectan la banda de la radio. Durante la Hispanic Radio Conference, sonó la alarma y dijo que la radio sin licencia es un verdadero problema que deben atender pronto.
Ahora bien, las distintas asociaciones de radiodifusores aseguran que ahora sí se sienten cobijados por el actuar de la FCC contra la radio pirata, incluso parece que lo están tomando en serio y dejan que las acciones hablen por su trabajo. Digamos entonces que es una prioridad.
¿El problema está controlado?
Aquí entre nos, NO. Cada año, en Nueva York realizan un censo donde cuentan al menos 100 estaciones piratas. En Massachusetts pasa lo mismo, incluso cuentan con una base de datos de piratas.
La FCC busca que el Congreso les dé más poder, no sólo con las multas, también con quitar equipo, antenas e infraestructura que permite a las estaciones piratas transmitir.
La realidad es la siguiente. Estados Unidos tiene leyes muy suaves contra las estaciones piratas. Solo hay multas y rara vez quitan los equipos de transmisión. Hay avisos que llegan hasta la puerta de los emisores ilegales, pero no pasa nada con ellos.
El Congreso debería dar más herramientas legales a la FCC, tratarla como autoridad y permitir que tome acciones. Mínimo un poco más de autoridad para que los piratas ya no hagan más de las suyas.