Durante meses la industria de la radio se ha preguntado quiénes están detrás de Tecnoradio, ese grupo desconocido que se hizo de 37 frecuencia en la pasada licitación. La duda era razonable no sólo porque hasta entonces nadie había escuchado hablar de esa empresa, sino particularmente porque pagó cantidades exorbitantes por las frecuencias que compró (288 millones de pesos, 3,400% el valor de referencia establecido por IFT).
El día de ayer, Javier Tejado Dondé, colaborador de Grupo ACIR, el IMER, Radio Fórmula y aspirante al Premio Nacional de Periodismo en 2001, aseguró en su columna del diario El Universal que Tecnoradio tiene fuertes vínculos con Radiorama, en especial con uno de sus socios, Javier Pérez de Anda.
La afirmación la hizo, asegura, luego de una investigación y de “haber recibido información de fuentes oficiales de alto nivel”.
De acuerdo con Tejado, Alí Eduardo Bañuelos, presidente de Tecnoradio, es esposo de Viviana Toscano, sobrina de Javier Pérez de Anda y prima de las hijas de Pérez de Anda, también accionistas de Radiorama.
La licitación estipulaba que un parentesco de tercer grado como éste debió ser notificado para poder evaluar su participación en la licitación. Además, al no revelar el vínculo consanguíneo, Tecnoradio se hizo acreedor a un descuento del 15% como “nuevo entrante”.
Si todo esto es cierto, el IFT se verá obligado a investigar y, si Tecnoradio resulta descalificado del proceso, sus 37 frecuencias deberían ser ofrecidas a quien ganó el segundo lugar en cada plaza, si no es que algún participante pide la nulidad del proceso.
Esta es una bomba que podría tener serias consecuencias para el IFT. Esperemos por el bien del Instituto, la tranquilidad de los participantes en la licitación y la confianza de los mexicanos que no sea así.
Puedes leer la nota completa aquí.