De la radio hablada o generalista hay tareas muy ilustrativas, y quizá la más atractiva es la que realizan los entrevistadores, pues a través de su fino arte de preguntar y charlar con las grandes personalidades de la noticia, es que vamos conociendo a los seres humanos que hay detrás de un nombre famoso o un destacado personaje público. Hoy conoceremos a Fátima Ibarrola Jiménez, periodista con una trayectoria como entrevistadora de más de cuarenta y cuatro años en la radio. Fátima Ibarrola En Directo desde Radio Mexiquense.
¿Cómo sucedió Fátima, cómo fue que te enrolaste en la aventura de hacer radio?
Mira, todo fue una casualidad. Yo cantaba profesionalmente, estaba en aquellos entonces en Televisa, había conocido a Juan Calderón en una presentación, de pronto me vuelve a invitar, y a la tercera me dice que si podía ir a verlo para que le ayudara, pues él era de España y se iba a ir de viaje a su tierra, y me dice: “¿Podrías quedarte con mi programa?”. Yo, claro, me quedé boquiabierta, en fin que esto debe haber sido por 1974, y desde entonces me enrolé en hacer radio y televisión.
¿Cómo ha sido esta vivencia de más de cuarenta años de ser voz de aquella legendaria Tropi Q, conductora de radio y televisión noticiosa, y luego pasar a ser entrevistadora de tantas figuras públicas?
Muy grata y muy atropellada en cuanto a todo lo que acabas de enumerar. Sintetizarlo sería un tanto cuanto difícil, pero sí hay pasos determinantes: Estaba ya en XEW de fijo con Don Rafa Cardona, y con una serie de personajes maravillosos, y con él aprendo mucho, me enseña mucho. Allí empiezo a hacer entrevistas con artistas de mucho renombre. Allí están Marco Antonio Muñiz, Yuri, Joan Sebastian o Juan Gabriel, Estela Núñez o Roberto Jordán, o José José… te estoy hablando de los que vienen a mi mente, pero haciendo un programa diario en estos cuarenta años, es muy difícil decirte a todos… En esos momentos yo quería hacer televisión y le pido a Juan Calderón que me ayude a entrar en Televisa, me gustaban ya las noticias, y me pide que aguante un tiempo pero no se da. Entonces mi hermano Juan Ibarrola, periodista que era una gente muy conocida en el medio y de mucho renombre, era muy amigo de del director del Canal 11 en aquel momento, y entonces le habla por teléfono y le dice que me reciba y entro con Sergio Romano al noticiero matutino. No propiamente a hacer noticias, sino a hacer entrevistas y comentarios. Cuando viene el primer golpe de estado que le dan a Joaquín López Doriga es cuando entro a noticias, y ya me encanta y me fascina, y me vuelvo loca y soy una adicta y me sigue gustando mucho, pero cuando llega Ricardo salinas Pliego decide despedir a más de mil trabajadores que pertenecíamos a Imevisión y yo entre ellos. Estuvo bien, él lo compró y “limpió la casa” antes de entrar.
De allí comienza una Fátima Ibarrola que ha estado llevando una serie de radio que la ha llevado a Radio Mexiquense, Radio Capital, al Instituto Mexicano de la Radio. ¿Qué es lo que pasa contigo cuando te vuelves la voz que habla y descubre la voz de otros, que además son tan conocidos?
No hay nada que me guste más que conocer a un ser humano y escucharlo. A veces no se lo permito porque soy muy parlanchina, más bien, no lo estoy entrevistando, me estoy escuchando, y me tengo que calmar a mí misma, y decir: “Oye, espérate, aquí el importante es el invitado… ¡entonces… ¡Cállate!”.
Y me gusta mucho conocer, y en esta etapa en Radio Mexiquense– que ya lleva ocho años– me dije: “¿Cuál va a ser mi tarea? Conocerlos, y de ahí, que siempre todas mis entrevistas comienzan con esta pregunta: “¿Cuáles son tus primeros recuerdos?”. Bueno, no tienes idea la maravilla de cosas que he llegado a escuchar con esta pregunta que lo desencadena todo y me lleva a conocer un tantito del alma de mi entrevistado. ¡No existe mayor tesoro!
¿Hay alguien que de todas las historias, todas las anécdotas y vidas que has conocido hayas dicho: ¿Por qué lo entrevisté?
¿Qué me haya arrepentido? No, te lo digo a botepronto. Bueno, si, Luis Echeverría, estuvo tan cerrado…. Yo llego a su casa con Mauro Jiménez, que siempre ha sido su jefe de prensa… porque han de saber que Luis Echeverría sigue vivo, aunque ustedes no lo crean, y en arresto domiciliario a sus casi cien años ya. El asunto es que yo fui hace años, quise hacerle la entrevista y no… fue imposible, es un hombre muy habilidoso y no te decía absolutamente nada.
¿El arte de decir, puede ser también el arte de no decir?
Exacto, si el entrevistado no lo permite, imposible sacarle nada. Cuando la entrevista de Luis Echeverría yo llevaba todo un bagaje y estaba preparadísima y por más que le fui dando pies no hubo forma de abrir la “caja fuerte”.
¿Hay alguien a quien te hayas quedado con ganas de entrevistar?
No, fíjate que no, porque yo soy muy terca, soy obstinada y entonces no se me pasó nadie.
Pero vamos a hablar de algo: Yo tuve una amistad muy fuerte con Juan Gabriel en nuestros años de juventud, estamos hablando de nuestros diecisiete años, veinte. Cuando él empieza a ser muy famoso, yo no. Pero yo lo veía en su casa de Tecamachalco, él había dormido en mi casa que está en el Huichazal… pero conforme él fue ganando fama y dinero, que ahora sé que fueron millones y millones, ya no lo vi. La última vez que nos vimos fue en el año 90, y yo nunca quise entrevistarlo, porque era tanto el amor que nunca quise perder su amistad…
Aquí viene un dato valioso, y pregunto: ¿hasta dónde saber datos delicados de la vida de los otros te ha limitado amistades, o te ha generado problemas?
Sí que te genera dificultades, pues la gente va creciendo, cambiando, y no quiere tener cerca a las personas que testificaron como fue su ascenso, las dificultades que enfrentaron, o las cosas malas que les sucedieron.
Como entrevistadora supongo que habrás manejado muchas veces información delicada…
Llegué a tenerla, pero nunca fui una periodista valiente, que dijera: “Voy por la exclusiva”. Javier Ibarrola, que cubría la fuente de los militares decía: “Prefiero perder un amigo que una nota!”. Y yo le decía: “Yo pprefiero perder una nota que perder a un amigo…”.
¿Cuáles son los valores que te mueven como entrevistadora?
En primer lugar el agradecimiento de estar vigente y en la radio a mi edad, es realmente bello. Luego tengo una ética personal: Nunca agredir al entrevistado. Es como invitarte a mi casa y ser invasivo u hostil.
¿Hay algo que hubieras cambiado de tu trabajo en los medios?
Yo siempre dije que no quería fama, sino prestigio. En la actualidad creo que le saque la vuelta a la fama y que una poquita ¡no me hubiera venido nada mal!
Hoy es posible seguir a Fátima Ibarrola En Directo martes y jueves de 18:00 a 19 horas a través de Radio mexiquense, y en el Instituto Mexicano de la Radio en cápsulas. En Directo con temas, más bien suaves, reflexivos, en la XEB, la B Grande de México a las 22:00 horas.
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