Muchos creen que los editores de audio de paga son los mejores para trabajar archivos de audio, sin embargo hay propuestas gratuitas que funcionan muy bien y sólo necesitan un poco de aprendizaje para poder aprovecharlas al máximo. En esta ocasión te hablamos del software más común, sin embargo, útil en toda la extensión de la palabra: Audacity.
Si dominas este programa es probable que puedas usar cualquier otro. Ahora, debes entender los distintos escenarios a los que te enfrentas.
A veces recibirás grabaciones ya realizadas, pero si vas a hacer la tuya, recuerda lo siguiente: no uses ajuste de ganancia o ningún tipo de compresión al grabar. Ésta última puede añadirse al final cuando ya limpiaste el audio. Cualquier cosa que modifique contar un nivel de ganancia fijo en la grabación generará subidas y bajadas de nivel de ruido que van a complicar las cosas.
Tampoco uses codificación perceptual. Cualquier procesamiento fastidia las condiciones iniciales que usó el compresor y resalta los defectos que ingresaron con la codificación. Un ruido intenso que eliminamos al inicio puede mostrar cosas que preferíamos no oír.
Ahora, no olvides dejar un poco de silencio (o ruido) antes y después de grabar. Es importante dejar este espacio con un chasquido de dedos o un aplauso como referencia, eso ayuda a que el programa tenga una referencia para el ruido. El silencio que dejes al final comprobará si el ruido es o no estable.
Antes de comenzar el tratamiento del audio debes saber si viene en una sola o varias pistas, incluso tomas. Lo mejor que puedes hacer es trabajar cada audio por separado, ya que cada uno puede tener un nivel o ruido diferente.
Lo que sigue es revisar si el ruido es estable en toda la grabación o tiene cambios muy radicales. Si es así, lo mejor es tratar por fragmentos el ruido. Después pregunta si estás usando un archivo original o una grabación. Suena trivial, pero aunque no lo creas, siempre habrá cambios entre un archivo y otro, sobre todo por la calidad de las compresiones.
Lo primero que debes hacer cuando estés tratando el ruido es localizar un fragmento de audio útil para la extracción de la semilla del ruido. Las pausas sirven, sin embargo debes escuchar con atención a posibles ruidos y clics que se cuelen. Un fragmento largo es útil para mejorar la precisión de la estimación del ruido.
Por otra parte, la reducción del ruido consume mucho tiempo. El software suele ofrecer una vista previa que trata un fragmento al comienzo del fichero o la parte seleccionada. Escucha, sin falta, la aplicación que limpia con la opción de evaluación previa. Así sabrás qué tan efectiva será.
Ajusta los parámetros. Cuanto menos se intervenga, mejor. Reducir el ruido no significa eliminarlo. Si eliminas todo, pierdes señal y los resultados empeoran.
Por último y más importante, revisa más de una vez las grabaciones. A veces consideramos que la primera prueba es buena, pero no siempre es así. Escuchar con detalle ayuda mucho. Revisa que el sonido no se vicie o se pierda.
Con estos consejos podrás manejar de un modo más sencillo programas como Audacity.
¡No dejes de aprovecharlos!