Desde los años 40 haciendo radio, Vicente Morales

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La creación en la radio no es sólo conjugar los elementos de la palabra, la música y los ruidos, es particularmente la recreación de situaciones a través del discurso dramático sonoro, y un elemento particularmente valioso en ella son los efectos sonoros y la musicalización con sentido dramatizado. Hoy conoceremos a una de las leyendas creativas de la radio que nos invita a imaginar: Vicente Morales, creativo con más de setenta años de producción de sonidos, audios y música en México.

Don Vicente, quisiera que me platicara la vivencia de realizar efectos especiales en vivo, porque creo que pocas personas como usted los han hecho. ¿Qué pasaba en la producción de radionovelas donde mientras hacía los efectos sonoros se sentaba, movía cajas, cubetas, etc.?

Bueno era medio estresante, porque como era en vivo, la gente estaba pendiente de lo que hacía uno y más pendiente estaba el productor y la gente del equipo, no podía uno fallar, porque pues eso se notaba inmediatamente al aire, pero éramos gente profesional, todo el equipo, todo el grupo, los actores eran profesionales, los efectistas, los musicalizadores, los guionistas, los escritores. Cada que se iniciaba una serie o una radionovela el director llamaba a los actores que iba necesitar según la sinopsis de la radionovela, se preveía qué iba a pasar, qué lugar, a qué hora, sí se trataba de un contenido dramático, triste o romántico, o si eran escenas cómicas , inclusive entonces había reunión con todo el equipo de actores, actrices, se leía el guión y se hacía el reparto o el casting como se llama. Entonces llamaban a un actor que hiciera el papel más cercano a lo que quería el escritor, igual la actriz, igual el joven, igual la mala, la buena, el guapo, el fuerte, el fornido, el asesino, en fin, todo ese tipo de actuaciones que existieron siempre en cada uno de los programas según el tenor; y se leía, ya hecho el reparto se leía, se corregían comas y flexiones, y todo eso ¿no? y nosotros también estábamos presentes ahí porque a veces el escritor no pone en el guión algún efecto que es necesario, y nosotros pues de nuestra cosecha ahí le poníamos una puerta, unos pasos…

Había por ejemplo, le pregunto Don Vicente, algún sonido que usted creara como asociación de algún actor, pensemos Silvia Derbez, al verla usted decía, a esta mujer le voy a poner siempre música de campanitas o siempre que entre va entrar llanto, lluvia, ¿había alguna asociación que ustedes crearan?

Sí. Había un temita generalmente para que la buena entrara, en una cosa de lágrima y moco tendido tenía su tema que era el que identificaba al personaje, como Doña Prudencia Griffel, que era una encantadora señora chaparrita, regordetita, hermosísima, buenísima actriz, fue tiple, fue vicetiple de las tandas y cantante también ¿no?, entonces era hermosísima y ahí tenía dos hijos, el malo y el bueno, y claro, la novia del bueno que el malo se la quería conquistar y entonces eran el drama que la gente llamaba llorando en serio: “Ay que mala”. Había una actriz, Frita Rey, que era la mala, pues en la calle le gritaban “Vieja fea, maldita, como te des…”, ese es el poder de la radio ¿no?; igual las éstas…los programas de terror, el Monje Loco con Salvador Carrasco y un, un organista Nacho García, que era el que lo acompañaba, él porque nosotros no metíamos música en eso, simplemente efectos físicos: puertas, rechinar de puertas, pájaros nocturnos, según donde se desarrollara el drama o la narrativa, entonces muy importantes son los efectos, ahora les dicen features, que nada tienen que ver.

¿Se puede vivir de la radio Don Vicente?

Pues yo he vivido de la radio (risas), no se puede vivir, hacerse rico, solamente alguna gente ahí ya, actual muy allegados a los dueños, y como ahora ¿no?, las chicas guapas y todo el que no tenga nada de actriz y los actores con estomaguito de lavadero y guapos y rubios que nada tienen que ver con el mexicano de mi época, si viven bien porque les pagan bien, y son los, claro, lo comercial ¿no?, la mercadotecnia, pues sí, se puede vivir, pero antes no, teníamos un sueldo bastante mediocre, pero teníamos la posibilidad de las cuentas que te digo, y de ahí pues las compañías nos pagaban aparte el programa, pero así de que para comprar un último modelo, nunca ¡eh!

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