Nuestra misión como locutores es mantener los sentidos del radioescucha atentos y en sincronía (especialmente el oído) con su capacidad de imaginación y asombro. En el momento en el que un locutor le da la bienvenida a su público y comienza la transmisión, es responsable de crear las imágenes radiofónicas y las experiencias auditivas necesarias para conservar su atención.
Intervenciones y periodos de tiempo: Se aconseja repartir el tiempo en fracciones más o menos iguales, es decir, en una hora podemos crear 4 intervenciones. Puedes compartir opiniones, noticias, información, hacer entrevistas o concursos; la variedad ayuda a mantener atento a tu auditorio.
Variedad en la música: Esto depende 100% del tipo de estación o programa, sin embargo, la gran mayoría permite jugar a un locutor con la programación y sus contenidos, es decir, crear una selección musical que puede ir desde lo más reciente (estrenar canciones siempre ayuda) hasta ingresar propuestas 100% nuevas y mezclarlas con clásicos y canciones habituales en la programación.
Mantener a la audiencia a la expectativa: Anunciar lo que tendremos en el programa ayuda…siempre que no revelemos toda la información desde el principio. Podemos comenzar revelando 3 puntos importantes en la apertura del show e ir soltando la información a lo largo de la emisión y dejar lo mejor para el final.
Espaciar los contenidos: Otro gran método para enganchar audiencias es la generación de expectativa dividiendo los contenidos, es decir, podemos comenzar con una entrevista, lo más conveniente es no realizarla en un solo segmento, ya que perderíamos puntos de audiencia clave, lo mismo pasa con la lectura de una nota, podemos dicidirla por partes durante todo el programa si lo creemos pertinente.
No busques la perfección: La gente busca identificarse con los locutores que escucha en la radio. En los tiempos que vivimos, la gente que escucha radio lo hace con la intención de escuchar a un semejante, por ello, si perdemos la empatía, estamos destinados a ahuyentar a nuestros escuchas. La perfección no se logra, pero existen otros aspectos que nos ayudan a ganarnos la simpatía del público.