Ya sea que nos encontremos actualmente al aire en la radio o no, es conveniente adquirir el hábito de grabar las intervenciones en vivo (ya sean reales o ficticias).
Esto es útil pues nos ayuda a desarrollar una perspectiva externa para reconocer los puntos fuertes y débiles de nuestra locución, además de cuidar el ritmo, la respiración y los tiempos de las intervenciones.
Si estamos en una estación de radio, la retroalimentación de un aircheck la hará otra persona, en teoría alguien que sabe más que nosotros y que puede guiarnos para eliminar malos hábitos del habla y nos muestre cómo dirigirnos.
Estos airchecks son recomendables para medir nuestro progreso, volvernos autocríticos y opinar de mejor forma sobre estilos de locución, por ende seremos nuestros propios jueces; en ocasiones, nosotros mismos somos los más exigentes en cuanto a crítica se refiere y la idea es mejorar.