La estación pirata de Tizayuca, Hidalgo, cuenta con una frecuencia en FM y además transmite vía internet, sin embargo, no cuenta con los permisos ni registros que por ley expide el IFT para la operación legal de estaciones de radio.
Lo que más ha incomodado a la población es que la emisora promueve la construcción de una incineradora por parte de una empresa particular, pero niega los micrófonos a las voces opositoras del proyecto, algo que va en contra de la ética periodística. Una investigación de La Jornada reveló que también realizan propaganda del gobierno en turno y algunos establecimientos comerciales que se encuentran en la población, todos ellos pregrabados.
Cabe mencionar que la emisora pierde cualquier tipo de credibilidad periodística y radiofonica no sólo por mostrar imparcialidad en un conflicto social de Tizayuca, sino por operar desde un domicilio clandestino y bajo condiciones que no están siendo reguladas por IFT.
Diversos miembros de la comunidad, así como algunos de los regidores de Tizayuca, han realizado diversas denuncias en contra del proyecto de la planta incineradora y la emisora pirata, sin recibir respuesta alguna, hasta el momento.
