¿Cuál ha sido su experiencia vinculándose con gente más joven?
Trabajar con gente joven es maravilloso. Los valores tienen que estar presentes, que tengan interés, que estén ávidos de conocimientos; qué bueno que tengan ese espíritu inquieto. Yo tengo 48 años y prefiero crear escuela.
¿Cuál es su resultado empleando nuevas tecnologías en su trabajo?
En la medición mi experiencia es en highlights, antes editaba en carrete. Antes me daba miedo y no pude llegarle a la cinta, pero no podía quedarme obsoleto, así que aprendí a regañadientes, una vez que lo dominas quieres más, quedas fascinado con la precisión.
¿De qué manera aplica las redes sociales?
Antes no quería, el jefe nos los pidió; “eso es perder el tiempo”, pensaba yo. En México ha habido una resistencia, en especial con Twitter, pero hay que tomar lo positivo y lo negativo, como las etiquetas de Facebook, todo es más comprometedor, pero yo vivo tranquilo; soy muy cuidadoso. Antes solo teníamos radioescuchas y seguidores locales y ahora te pueden buscar de donde sea.
¿Cómo se elige al público?
El público te elige a ti, se saltan los estratos sociales, lo mismo le puede gustar a la clase alta que a la económica; eso ya pasa a segundo plano. Hay que estar pensando mejor en el día de hoy. Lo que sí es que la peor estrategia es querer darle gusto a todos.
¿De qué modo desarrolla el olfato?
Leyendo cosas de creatividad, oyendo muchas voces, abriendo cosas nuevas, eso me ayuda. Es imposible que uno se permita tener todas las respuestas. Investigo para ayudarme mejor, pero nada está escrito.