Huevos con mermelada
Como si fuera algo planeado por el universo, Sofía —una de las mujeres más importantes de la radio en México— abrió el micrófono por primera vez en 1993 en la estación que se sintonizaba justamente en esa frecuencia, la 99.3. Ese mismo año, por cierto, estaba terminando una era al despedirse Bill Balance de Feminine Forum, uno de los grandes hitos de la radio dirigida a mujeres y sus problemas con el amor.
Digital 99.3 había comenzado a transmitir en 1977 y adoptado ese nombre apenas cinco años antes. Perteneciente en ese momento al Grupo Artsa, transmitía música pop en español e inglés. La voz de la Chofas se escuchó por primera vez en el programa Aerobics, que hasta entonces había conducido Belia Vargas. Sánchez Navarro preparaba con anticipación todo el guión; improvisaba, pero en su mayor parte había trabajado sus líneas. Estuve dos semanas con dolor de estómago, pero ahí me hice, comenta.
Con el cambio de nombre, el programa mantuvo una vaga reminiscencia a cuestiones matutinas (¿Aerobics o Huevos? Ésa es la cuestión), y de inmediato empezó a captar la atención de la audiencia. El éxito de “la Chofas” pronto le trajo el ofrecimiento de hacerse cargo de otro popular programa de la tarde llamado Friends Connection, un espacio dedicado a celebrar —o poner fin— a relaciones de noviazgo, donde los enamorados se dedicaban canciones o rompían su compromiso. Hasta ese momento lo habían conducido Jorge Villegas y Rocío Ichazo, a quienes acababa de despedir el Grupo ACIR. La empresa se estaba enfrentado a una presión tremenda de rating y fue entonces que el director se acercó a Sofía para decirle que era ella la indicada para levantar la emisión. De pronto me encontré con el reto de conducir un programa que al principio no me gustaba. Eso de enlazar a la gente, y del amor, me parecía súper cursi. Yo siempre había dicho que jamás lo haría, ni de broma. Para complicar las cosas, el conductor anterior canalizó todo su anti-amor y el de algunos afrontados seguidores hacia Sánchez Navarro, que sin embargo, a pesar de lo virulento de los ataques, terminó por cansarse y un día apostó todo al aire.
Después de tres o cuatro semanas de que me estuvieran mentando la madre, ya desesperada, agarré el micrófono y dije en vivo: `Les voy a decir una cosa: yo no vine a este programa. A mí me pidieron tomarlo, y lo único que vengo a hacer es a acompañarlos, entretenerlos, a que ustedes la pasen bien y se diviertan. Si ven algo mal en mí, hay algo maravilloso que tiene la radio, y es que pueden apretar el botón y cambiar de estación. Yo ya estoy cansada y sus llamadas me están afectando, pero justamente por eso mismo no me voy a mover de este programa. Era, desde cualquier lado que se vea, un paso arriesgado, pero a los seis meses Friends Connection duplicó su rating, se convirtió en el número uno en su horario y en uno de los programas más comentados e importantes de la radio. Estuve ahí más de diez años con un éxito maravilloso. A la fecha sigo encontrándome gente que me dice: `Yo me casé gracias a tu Mermelada. Yo le pedí matrimonio a mi mujer en tu programa. Ahí terminé con el amor de mi vida ́. No sé qué tenía, pero todas las generaciones con las que crecí lo adoraban; tal vez algo en la forma de conducir, que era muy holgada, o el amor que transmitíamos, pero para dedicar una canción, la gente no pensaba en otra estación más que en Digital 99.3 y en Friends Connection.
En ese espacio no se hablaba exclusivamente del amor y la relación de pareja. A veces, tanto dentro como fuera del aire, la gente se comunicaba para emitir un grito de ayuda. Esas situaciones en mucho contribuyeron a hacer de Sofía la mujer sensible y solidaria que es hoy en día. La gente me decía: `Chofas, yo necesito terminar con mi pareja y lo quiero hacer al aire, y quiero que tú me ayudes ́. Terminé siendo como una psicóloga, realmente entraban a terapia conmigo. El programa acababa a las nueve, pero yo me podía quedar hasta las once dándole consejos por teléfono a alguien que no sabía qué hacer, y no precisamente cuestiones de amor: `Chofas, tengo quince años y estoy embarazada ́. O bien: `Chofas, me violaron hace dos años ́. `Chofas, soy una niña golpeada por mis padres, dime qué puedo hacer ́. Así que cuando empezaron a surgir estas llamadas, comencé a hacerme de expertos maravillosos que donaban su tiempo y conocimientos, cobrando cinco o diez pesos por apoyar a estas personas. Es por eso que ese programa me dejó tantas cosas valiosas en mí, la mejor de ellas poder servir, entender que no todo mundo tiene las mismas posibilidades, que todos los radioescuchas tienen el mismo valor, que nosotros como locutores tenemos que ser empáticos.
Fin de la 2da parte
