Programar una estación tan fuerte como La Z no es fácil. Cuéntanos algo de tu trayectoria, por favor.
Mi presencia en el Grupo Radio Centro obedece a la invitación de Gabriel Escamilla. Mucha gente del medio lo conoce, él tiene una gran visión, es un gran ser humano y alguien que ama la radio. Cuando tomas la responsabilidad tienes que rodearte de gente que haga lo mismo, porque si no la formula no funciona. Él cuenta con un equipo de gente que dejamos ahí nuestro corazón y nuestra vida y nos ha permitido ir en el mismo sentido de lo que quiere que pase en Radio Centro. En cuanto al regional mexicano tenemos claro, muy claro, qué es lo que estamos haciendo. En cuanto al Grupo Radio Centro igual, también tenemos mucha claridad en los objetivos y eso nos ha permitido ir pasito a pasito, poco a poquito, sentando las bases. Si de por sí es un grupo muy grande, habrá un antes y un después.
¿Cómo ha sido la carrera que tú has tenido en la industria de radio?
¡Híjole! Yo empecé como todos empiezan: en una estación muy chiquita, bonita, sencilla que me dio muchas bases. Yo vengo de Colima, fue en Grupo Radio Levy, en una estación llamada Radiomax. De ahí vino el brinco a la Ciudad de México, a entrar a las estaciones del Grupo Televisa, a la Ke Buena, y de ahí inmediatamente nuestro siguiente paso es el Grupo Radio Centro. Estoy en otra faceta porque en la anterior era locutor, programaba algunas estaciones y jugaba a ser programador, y aquí estamos ya en una situación muy en serio. Y sobre todo, viendo la industria de la radio desde otro punto de vista, desde la dirección que es muy apasionante.
¿Será complicado no parecer que vienes de La Ke Buena y vas a La Z?
No, mira, la cadena de La Z es muy importante, al igual que otras estaciones, pero ésta tiene varias cosas que son de verdad un reto. Es una cadena que estamos nosotros poniendo ahí todo lo que aprendimos a lo largo de nuestra trayectoria, pero que está abonando algo que ya estaba sólido. En La Z todo el trabajo que han hecho los directores ha sido genial, increíble, pero nosotros hemos puesto nuestro granito de arena. Es una cadena muy noble que nos ha recibido de una manera impresionante. Los mensajes en el morning show de Gabriela vienen de un público que nos ha recibido y abierto las puertas; es un público muy humano. Porque en otras circunstancias se podría pensar que fuera lo contrario. Tenemos a un público muy humano, muy sensible, y con las puertas de su corazón totalmente abiertas.
¿Hay algo que no hayas hecho todavía, ¿qué te gustaría hacer este, por ejemplo?
¡Huy sí! (ríe) Me falta hacer televisión, muchos programas más de radio, un programa estilo “Mala Noche No” con Verónica Castro, en uno así me desenvolvería como pez en el agua. Dentro de la radio tenemos mucha tarea por hacer y poco a poco vamos caminando. Ojalá a corto plazo.