Si bien involucrar a este sector puede llegar a parecer una medida acertada, los principales invitados son medios que en su mayoría han sido calificados como racistas, de extrema derecha o difusores de teorías de conspiración.
No obstante, algunos especialistas prefieren darle el beneficio de la duda a la administración entrante y ver dicha estrategia como una manera de democratizar el acceso a la información y la promoción de nuevas plataformas periodísticas.
Spicer declaró que dado el aumento de medios sería considerable, las conferencias se mudarían a una sala mucho más grande y fuera de la Casa Blanca, con la finalidad de aumentar la transparencia de la información que declara el presidente.
Sin embargo, para algunos corresponsales veteranos esta táctica hará todo menos fortalecer la transparencia, ya que puede dar lugar a una mayor manipulación de la información al alejar a los periodistas de las fuentes directas de la información.
