Para Guerrero, ella y su equipo de trabajo, se han vuelto en una suerte de programador de radio pero que trabajan con otras herramientas que les permiten conocer puntualmente los hábitos de los usuarios, pues no sólo identifican lo que les gusta, sino aquello que evitan escuchar.
Uno de los grandes valores de Spotify, son las playlist y si bien algunas trabajan bajo algoritmos. Rocío Guerrero señala que los curadores editoriales siguen siendo fundamentales para otro tipo de listas, en las que el estado de ánimo es medular para la elección de las canciones.
Para Guerrero, la competencia es algo saludable y que no le asusta. Después de todo, Spotify ha sabido desarrollar distintas maniobras para mantenerse en el gusto de los usuarios y los artistas —aun y con todos los escándalos de regalías— gracias a la innovación tecnología, pero también a un acercamiento totalmente empático, en donde, básicamente se busca conocer y consentir al auditorio, invitarlo a que descubra o recuerde melodías que forman parte fundamental de su día a día.
Yeni Rueda