RadioNotas tuvo oportunidad de platicar con él como referente en el manejo de la voz, sobre las nuevas generaciones de actores de doblaje y su experiencia en radio.
¿Qué se requiere para ser actor de doblaje?
La formación es básica, porque cualquiera habla, pero hay que saber de lo que se trata la carrera y la especialidad del doblaje. Hace falta gente nueva, pero sobre todo falta gente preparada, con estudios y formación, que sepa el lenguaje emocional y que sepa construir un personaje.
Cuéntanos sobre tu experiencia en radio.
Alguna vez tuve un programa en grupo ACIR, cuando el 90.5 aún se llamaba Inolvidable. El programa se llamaba Los Años Inolvidables, por la serie Los Años Maravillosos, que aún estaba fresca. Antes tuve un programa en AM, en el 690, con Moisés Palacios, que se llamaba La Casita de los Espíritus.
¿Qué diferencia hay entre la locución y el doblaje?
Un actor maneja ritmos que no son propios, tienes que reinterpretar un personaje que otro actor ya interpretó, pero tienes que sonar tan natural y espontáneo que parezca que tú lo estás creando por primera vez. Un locutor tiene la facilidad de manejar su ritmo, sus ideas, su voz, ser él en primera persona, que es lo que el actor de doblaje sacrifica.
¿Es más complicado ser actor de doblaje?
Ambas cosas son complicadas, el doblaje requiere un trabajo actoral, pero por otro lado no es sencillo mantener un tren de ideas fluido cuando estás al aire, yo diría que ambas cosas representan retos similares, pero con ciertas diferencias significativas que, al menos para mí, han fluido mejor en el doblaje. Quizá es más difícil hacer radio que doblaje, no lo sé.
¿Cuál es el personaje que más te ha costado trabajo interpretar?
Doblar a Jim Carey es complicado, sin embargo hay personajes que representan un reto distinto. Hay actores como Mark Ruffalo que maneja una expresividad distinta, una actuación muy contenida, que se expresan mucho con los ojos, pero que no es de gritos y sombrerazos. Eso es muy complicado porque tienen mucha emoción interna que hay que saber tratar.
¿Hay algún personaje que te hayas quedado con ganas de interpretar?
Hay una película de Jim Carey, que se llama Lemony Snicket, Una Serie de Eventos Desafortunados, que me hubiera encantado hacer. La grabo Rubén Trujillo, que es un actor extraordinario al que admiro mucho.
Aarón Enríquez