Las producciones fueron premiadas —según declaraciones de los jurados— por la sensibilidad con la que muestran a los personajes involucrados: sin victimizar ni subestimar, tomando el lado más humano y orgánico de las líneas temáticas que abordan en cada emisión.
La historia de Máxima Pacheco se llevó el segundo lugar en la categoría de “Género” y pertenece a la serie Cantos de Guamúchil, una producción de Raúl Silva, en la que se busca visualizar historias de mujeres indígenas que se encuentran en prisión y su estoicismo en una sociedad que las margina.
El segundo reconocimiento fue una mención honorifica para Acto de presencia-Jóvenes poetas con alas, producción de Arabella Jiménez, en la categoría “Arte y cultura”. La emisión se inspira en una antología de poesía compilada por Ekiwah Adler, con una mirada íntima a la discapacidad y la efectividad del arte como una herramienta pedagógica para personas con parálisis cerebral.
Con estos premios, el IMRyT se coloca como una radiodifusora comprometida con la población, creando espacios de difusión para las historias de la comunidad, al mismo tiempo que crea producciones novedosas, dinámicas y originales.
Yeni Rueda
