Términos como podcast y streaming han sido usados en afirmaciones alarmantes sobre el fin de la radio, pero ¿realmente es así? ¿O se trata de herramientas que pueden ayudar a fortalecer la industria radiofónica?
La cobertura mediática ha sufrido grandes cambios en los últimos años y la principal labor de los medios de comunicación ha sido buscar nuevas alternativas que se ajusten tanto a los nuevos dispositivos como a los hábitos de consumo.
Más que una sustitución de medios se debe pensar en posibilidades de transformación y en la gran necesidad de democratizar las posibilidades de producción. Los estudios “caseros” y los proyectos independientes han aumentado la diversidad de cortes editoriales así como de propuestas radiofónicas y éstas han tenido impacto tanto en las plataformas digitales como en las cabinas de radio.
El streaming ha sido clave para algunas emisoras, quienes no sólo se han limitado a compartir sus emisiones radiales en la web, sino que crean contenidos específicos para cada una de sus vertientes, aumentando el nivel de cobertura que pueden llegar a alcanzar.
La creatividad y la libertad de expresión son los principales elementos que han destacado al streaming, además de poder acceder a un enorme catálogo de música, programas radiales y una gran diversidad de contenidos. También se ha convertido en un núcleo de desarrollo para nuevos talentos, colocándose rápidamente en el gusto de la gente sin la necesidad de entrar en una radiodifusora “establecida”.
Sin duda, las herramientas que ha traído el siglo XXI ha revolucionado la manera en que se hace radio, y si hacemos a un lado conclusiones fatalistas, la industria seguirá creciendo y evolucionando en las próximas décadas.
Yeni Rueda
