Se le conoce más por su faceta de caricaturista, en especial por su columna diaria: “Otro Día” en el diario Milenio, en su esfuerzo conjunto con el monero Trino en la historieta El Santos y la Tetona Mendoza, o su serie de libros: Sepa la Bola. Sin embargo, José Ignacio Solórzano alias “Jis” (Guadalajara, 1963) es un personaje tímido pero ávido conversador y desde 2009 lo explota todos los jueves por la noche mediante Radio Universidad de Guadalajara con el programa La Chora Interminable .
Yo realmente nunca he tenido una formación como locutor, todo ha sido por la libre. Ahí mismo en Radio Universidad había tenido experiencia con Trino y Falcón con un programa llamado “Gárgaras”, y solo con Trino en “La Atlántida”. No era algo tan profesional sino por amor al arte. Yo estudié Filosofía y un semestre de Comunicación en la Universidad de Guadalajara. Ya estaba arisco del sistema educativo. Mi camino no era académico, yo soy más de variedades.
A tus cincuenta y tantos estás muy actualizado con la música cuando otros de tu edad están llenos de prejuicios de que “lo actual ya no es como antes”. ¿Cómo es que sigues manteniendo este gusto por lo nuevo?
Hay quienes me dicen que soy demasiado guango, que acepto demasiadas cosas. Soy bastante abierto, pero la verdad es gracias a estar rodeado de melómanos muy interesantes. Ya no me siento tan obsesivo coleccionista, aflojé un poco el paso, en especial con el streaming. Ya no tengo la compulsión de tener las cosas. Conozco a melómanos verdaderamente clavados. Soy mucho de recomendaciones y apunto en una libreta lo que me va gustando.
Tú y Trino han formado un personaje cada uno, es difícil desvincularlo porque dices que la gente espera puro cotorreo de ustedes y tú dices que eres hasta tímido.
Para mí ha sido una pesadilla en la profesión a la que me dedico de monero, que está súper asociada a la cuestión humorística. No me considero stand up comedian, la vida me ha ido empujando hacia allá, la gente espera que todo sea comedia y me conflictua. Trino sí es el comediante nato, el presentador, es como Don Francisco. Yo soy más reticente y mustio.
Tratamos de mantener nuestra libertad y no sentirnos obligados a ser guasones todo el tiempo, es difícil porque “los choreros” (los radioescuchas) siempre están esperando eso. Si invitamos a alguien que entra en lo no cómico nos reclaman porque dicen que les fallamos muy gacho. A cada rato nos reclaman.
No hay tantos buenos programas de humor, dentro de su vulgaridad creo que ustedes son más finos que muchos…
Qué bien que lo digas. A veces no alcanzo a visualizar lo que estamos haciendo. Yo en general no oigo mucho radio. Hay otros que sí manejan mejor el humor, cuando agarro el carro me la paso muy bien en “La Corneta”, por ejemplo.
¿Cómo le hablan a un público más joven ahora, digamos millennial?
Me da mucha curiosidad si hay millennials al pendiente de lo que hacemos. Creo que los que nos escuchan son más grandes. Ya nos han de oír bien rucos (ríe).
¿Hay un límite de tiempo para “La Chora Interminable”?
Se me hace muy sabrosa esta actividad de locutor y la chamba de mi rubro. Desafortunadamente han desaparecido sitios para publicar, sigue siendo mi corazón el dibujo, pero me las estoy viendo negras actualmente. Estamos pensando si ampliamos el programa o le creamos una especie de sitio de internet propio con nuestros jams de moneros y lista de cosas en línea. Estaría chido. Ojalá.
Miriam Canales
