RADIO NOTAS.-A Michel Camilo y Tomatito les ha salido el tercer disco que graban juntos, «Spain Forever», «translúcido, aterciopelado, luminoso, lleno de matices y, sobre todo, romántico», y por eso, dicen en una entrevista con Efe, están seguros de que su «banda sonora» de baladas «emocionará» al público.
Primero fue «Spain», en 1997; luego, en 2006, vino «Spain Again» y ahora, «tras los diez años de rigor», «Spain Forever», el único grabado y producido en España y que presentarán ante el público el 18 de noviembre en el Palau de la Música de Barcelona.
«Agua e vinho», de Egberto Gismonti; «Our Spanish Love Song», de Charlie Haden; «Oblivion», de Astor Piazzolla; «Gnoissiene», de Erik Satie; «Cinema Paradiso» y «Love Theme Cinema», de Ennio Morricone; «Nuages», de Django Reinhardt; «Manha de Carnaval (Blanck Orpheus)», de Luiz Bonfa; «About you», de Michel Camilo, y «Armando’s Rhumba», de Chick Corea, son los diez temas que arman su nueva aventura.
“Es verdad que el público nos lo reclamaba desde hace diez años y era una oportunidad de encontrar un nuevo lenguaje musical y conocernos aún más aunque desde que empezamos, hace 18 años, cada temporada hacemos una gira juntos.”
Michel Camilo
«Es verdad que el público nos lo reclamaba desde hace diez años y era una oportunidad de encontrar un nuevo lenguaje musical y conocernos aún más aunque desde que empezamos, hace 18 años, cada temporada hacemos una gira juntos», explica el pianista dominicano (1954), residente en Nueva York desde hace varias décadas.
José Fernández Torres «Tomatito» (1958) reivindica que él es un guitarrista rítmico, «con carácter, impulsivo», pero que también estaba convencido de que había que «tirarse sin paracaídas» y «enseñar la parte romántica».
El disco comenzó a gestarse en el último Festival de Ischia, en Italia, cuando Camilo escuchó en un receso tocar a Tomatito «Cinema Paradiso», que se había aprendido cuando participó en el Festival Internacional de Cortos de Almería.
«En ese momento el trompetista Paolo Fresu sacó la trompeta y fue tan grande que empezamos a pensar en el nuevo disco como si fuera una banda sonora. Luego vino ‘Manha de Carnaval’ y encadenamos con ‘Oblivion’ de Piazzolla, el ‘Bach’ del tango, y creamos un ambiente muy pasional», recuerda el dominicano.
Casi «naturalmente» apareció «Agua e Vinho», que hasta ahora siempre se había tocado con dos guitarras, y «Our Spanish love song» que les encanta porque es un homenaje a Haden.
Y «Nuages» «entró» porque la tocaron en el Festival de Jazz de Marsella con Paco de Lucía sentado en primera fila y fue «una vivencia de esas que no se olvidan».
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SONIDOS DE PIANO Y GUITARRA
Los sonidos del piano de Camilo y los de la guitarra flamenca de Tomatito se han encontrado «de forma muy natural», tanto que tardaron solo una semana en grabar el disco, algo que quizá explique que «con la edad» se han ido poniendo «más y más jugosos», se ríen.
«¿Por qué no íbamos a hacer un disco así?. Pues claro que sí. El romanticismo, los silencios, el menos es más… No todo tienen que ser peleas. Ha sido complicado frenar pero, sobre todo, cómo frenar y esperar al otro, pero ahí está el resultado», sintetiza el español.
«Hemos pasado totalmente de la bulla. Venimos de tocar grande y ahora es el tiempo de otra cosa. A mí me gusta y a la gente sensible le gusta, aquí y en Valladolid», sentencia Tomatito
Para Camilo, autor, entre otras, de la banda sonora de la película «Two Much», es importante «perder el miedo a esa parte de uno que nunca se enseña» y en los temas que han elegido, «requetegrabados» por muchos músicos antes que ellos, aportan «el puntito de originalidad» que supone haber dejado en cada momento «al otro» que se exprese, que tenga el protagonismo.
«Hay que expandir el territorio de cada uno. Si yo me hubiera quedado ‘en lo mío’ hubiera sido salsero o merenguero, pero me he dedicado al jazz, actúo en Broadway, hago bandas sonoras y discos con Tomatito. De eso va la vida», resume Camilo.
«Pero tú sabes leer música y yo no -replica Tomatito-. Yo soy guitarrista flamenco, he aprendido tocando delante de las puertas de las casas, no estudiando, y eso me sale por los dedos. Yo ya sé que soy diferente, no tengo que hacer nada nuevo para demostrarlo. Mi sonido es aquí menos duro pero tengo una escuela de guitarra que no puedo ocultar».
