Este artículo de opinión puede causar muchos sentires divididos, sin embargo, está basado en una experiencia personal; nadie me contó, nadie quiso especular en contra de la radio. La noche de ayer 07 de septiembre del 2021 en México se vivió un terremoto de 7.1 grados en la escala de Richter, el cual provino desde Acapulco, Guerrero. En la Ciudad de México este fenómeno natural se sintió realmente fuerte, causando pánico entre la población, algunas fallas eléctricas y ansiedad por una posible réplica.
Algunas personas, como es mi caso, tenemos grabadas sólo estaciones musicales en la memoria de nuestro autoestéreo, por lo que en seguida del suceso, recurrimos a encender el dial, esperanzados de encontrar más información de lo ocurrido. En la radio veo que constantemente nos jactamos de ser un medio que siempre está ahí para su público, sin embargo, en esta ocasión no fue así.
Pasaron 5 minutos luego del sismo, 10 minutos, 15 minutos y en algunas de las emisoras Top 40 que escucho, descubrí que las emisiones son grabadas, puesto que entraban los locutores y seguían hablando como en un día normal, sin mencionar nada de lo acontecido. En las emisoras en las que sí tenían talento en vivo, sólo se mencionó que había pasado un sismo y después continuó todo igual; se siguieron programando canciones y todo siguió como si nada hubiera pasado, cuando en la calle una gran mayoría de las personas estaban alarmadas, estresadas y buscando información al respecto de algún derrumbe o simplemente para conocer la magnitud del sismo.
Confieso que ese momento fue frustrante para mí, ya que yo he sido de esos apoyadores que mencionan que nuestras frecuencias siempre están ahí para apoyar e informar a la gente en los mejores y peores momentos; lamentablemente me di cuenta que esta aseveración no es del todo cierta en muchas emisoras, las cuales demostraron cero compromiso con su público.
Afortunadamente en mi zapping por el dial, llegué a Stereo Cien 100.1 FM, una emisora a la cual deseo reconocer en este artículo, puesto que a pesar que no estaban al aire, mandaron llamar a una de sus locutoras para entrar con información en tiempo real, asimismo, las personas en cabina se conectaron con colaboradores de todo el país los cuales empezaron a reportar cómo se estaban viviendo las cosas desde aquellos lares.
Considero que las coberturas noticiosas en esos fenómenos naturales tan importantes y graves, tienen que realizarse sin importar el formato de la estación de radio. Muchas de las personas en CDMX, tenían en ese momento familiares en oficinas o en las calles, y seguramente más de uno encendió su emisora favorita para obtener información. Afortunados fueron los que llegaron a una emisora de corte noticioso, porque seguramente muchos otros, también sufrieron para encontrar la noticia en tiempo real.
Esto es un llamado para que las emisoras tengan planes de contingencia ante situaciones como la anteriormente narrada.
Cuéntame, ¿Consideras que las emisoras de otros formatos distintos al noticioso deben cubrir hechos importantes?