‘En La Pluma De’, es la nueva sección de radioNOTAS, a través de la cual personas de la industria del AM/FM pueden compartir su pensar sobre determinados temas que nos atañen, así como algunos tips. Si deseas participar envíanos tu artículo a editorial@radionotas.com
Nuestro tercer invitado de esta sección es Carlos ‘Conde’ Malvido, quien es una apasionado de nuestro medio y ha trabajado como locutor de radio por internet desde 2014 y en Alfa 91.3 FM CDMX de febrero 2018 a noviembre 2020. Carlos ama compartir música comercial, pero poco convencional, incluso las versiones o canciones poco conocidas de los grupos consagrados.
Opinión
“Sé diferente”, “El mundo es de los que se atreven”, “Persigue tus sueños y vuélvete auténtico”. Suena hermoso, y en verdad puede resultar motivante. En especial si se acompaña de palomas volando y música de arpa. El problema es que, en general, quienes esgrimen tan bonitas y trilladas frases suelen hacerlo desde el otro lado de la orilla; llegaron al éxito, probablemente por su empeño y originalidad, pero también por otros factores que no quieren ver. Cada año, cuarenta mil corredores se preparan para un maratón y solo uno lo puede ganar. Es así de sencillo.
En la radio, el atreverse a ser original y diferente no es una virtud y puede ser una condena. La radio existe desde hace 112 años y muy poco es lo que ha evolucionado, precisamente porque se encuentra cómodamente encajonada en fórmulas probadas de éxito. La radio ha evolucionado porque no le queda de otra, mas no por un deseo auténtico de cambiar. En un acto de condenable soberbia. Los jerarcas de la radio insisten en que ésta nunca ha muerto y nunca morirá, pues ha aguantado embates de la TV, el walkman y el iPod
Si bien es cierto esto, es porque, hasta ahora, no se le presentaba una competencia tan directa como los servicios de Streaming que, a diferencia de los dispositivos portátiles de antaño, ahora el usuario no tiene que subir o grabar su material y, además de disponer de una enorme base de datos, el portal sugiere de acuerdo a los gustos personales. Si estos servicios no han terminado por desbancar a la radio convencional es por tres razones.
- Mucha gente aún no tiene conocimiento ni acceso a dichas plataformas
- Las autoestéreos apenas comienzan a salir con cobertura de internet
- Los servicios Streaming, en un acto igualmente soberbio y torpe, no han entendido el factor que hace única y necesaria a la radio.
¿Cuál es ese factor? La gente no sintoniza una estación solo para escuchar música o recibir regalos, la gente escucha la radio para sentirse acompañada, para tener una opinión que oír y compararla con la suya, para reír, para odiar, para sentir. Esa es la esencia de la radio, ya sea por métodos tradicionales o modernos.
La radio puede cambiar su formato, pero el locutor siempre será necesario. Es el que te propone qué escuchar, cómo sentirlo, es el que te acompaña en el tránsito o en tus momentos difíciles, quien te distrae de tus problemas o te ayuda a sobrellevarlos.
Lamentablemente, en la radio, como en la política, es difícil ser locutor sin una palanca, un padrino, alguna influencia que te ayude a entrar. Se necesitan tocar muchas puertas y la mayoría estarán cerradas. Las rendijas son escasas. Miles se preparan para un maratón el cual ganarán pocos.
Tuve la enorme oportunidad de tener ese padrino que me permitiera estar en cabina y siempre estaré agradecido con él. Sin embargo, diferí con su concepto de que la radio es una fiesta en la que entra y sale gente cada 15 minutos, por eso es necesario repetir y repetir las mismas canciones, la misma fórmula. Curiosamente, esa persona, al aire, es la que insiste con frases como “sé original”.
Es mi sentir y pensar que el locutor es indispensable en la radio y que éste no solo debe transmitir música o mensaje, sino la pasión por ambos. Pasar emoción y conocimiento de cabina al auditorio; proponer alternativas atractivas; adaptarse a los nuevos tiempos; atreverse a salir del molde, es el reto que debe enfrentar la radio convencional. No tanto el locutor, sino el que maneja la estación. No todo es “sigue mis redes”. No solo es el mensaje, es la forma de transmitirlo.
La música ha existido y existirá siempre que el ser humano tenga sentimientos. Es la música la que aguantará cualquier embate, no necesariamente la radio.