Cuando alguien está comenzando su carrera de locutor busca todas las formas posibles de darse a conocer. Es parte de la pasión que nos envuelve. Es un afán porque seamos escuchados, muchas veces sin importar la forma en que lo hagamos.
Claro que es importante conseguir experiencia y mientras más trabajos realicemos, más profesionales nos vamos a volver, pero, ¿deberíamos ofrecernos como voluntarios para hacer trabajos de voz de forma gratuita?
Algunas veces sí y otras veces no. Ambas escuelas de pensamiento son válidas. Hay razones para proporcionar servicios gratuitos y hay razones para no hacerlo.
6 razones para no ofrecer sus servicios de forma gratuita.
Aunque hay muchos clientes que entienden que se debe pagar bien por un trabajo profesional, hay otros que siempre están pidiendo rebajas en las tarifas o aseguran que no tienen el dinero suficiente para pagar por ese trabajo, aunque seguramente sí tienen el presupuesto.
Algunos de ellos piden descuentos exagerados o incluso sugieren que uno debería hacer ese trabajo gratis para “ganar experiencia” o “para poderlo mostrar más adelante en sus audios de demostración (demos)”.
Si bien esto puede resultar tentador para alguien que comienza su carrera como locutor, tenga mucho cuidado. Usted seguramente ha invertido tiempo y dinero en un equipo, en un estudio y en un entrenamiento. Eso tiene valor, aunque no haya gastado una gran fortuna.
1. Espiral descendente:
Regalar su trabajo o reducir su tarifa lo que hace es crear una espiral descendente. Si usted le rebaja la tarifa a un cliente o le graba de manera gratuita, ese cliente nunca volverá a pagarle lo que merece, pues queda malacostumbrado.
Y lo peor, ese mismo cliente incluso podría hablar con otros y decirles que usted permite esos descuentos o que incluso graba sin cobrar, y recurrirán a usted para que haga lo mismo. Esa mala fama perjudicará su carrera.
Y como si fuera poco, usted le estará regalando su tiempo a alguien que no le va a pagar cuando podría estar invirtiendo ese tiempo en conseguir otros clientes que sí pagan.
Pero, además, estará perjudicando a los demás locutores, al gremio, a la industria de la locución.
2. Obras benéficas
Incluso si son organizaciones sin fines de lucro, eso no significa que usted deba hacerlo. Recuerde que esas organizaciones tienen un presupuesto. Y si no, ¿con qué le pagan al gerente, a las secretarias, los servicios públicos, los gastos administrativos?
3. Servicios comunitarios
Servicios humanitarios pequeños o sin fines de lucro también manejan presupuestos. Ellos deben pagar alquiler, gasolina y facturas de luz y agua, y sus proveedores no están recortando sus tarifas solo porque hacen obras benéficas.
No quiero parecer codicioso ni hambriento, pero nuestro trabajo vale. Por eso nos están llamando. Al fin y al cabo, están confiando en nuestra voz para transmitir su mensaje para llegar a su público objetivo.
Nuestra voz es la que va a representar su marca. Hemos trabajado en pulirla y enriquecerla por meses o años. Por eso nos hemos ganado el derecho a cobrar honorarios profesionales.
Y si no deberíamos regalar nuestro trabajo, tampoco es necesario reducir la tarifa. La mayoría de las organizaciones tienen otros gastos que son discrecionales. Si el proyecto es importante para ellos, tal vez puedan encontrar la manera.
4. Usted está añadiendo valor a su cliente
Si usted como profesional puede hacer el trabajo de manera más eficiente, confiable y productiva, lo más probable es que no solo entregue un trabajo de excelente calidad sino que podría ahorrarles dinero e incluso aumentar sus ventas.
5. Podría perder otros clientes
Tenga en cuenta que si se trata, además, de una tarea regular (por ejemplo, grabaciones semanales), esto podría interferir con su trabajo en caso de que, además, tenga otro cliente que sí paga las tarifas acordadas.
Perder dinero en un trabajo es una cosa. Perder un trabajo remunerado debido a un conflicto de horarios es otra.
6. Adquiera experiencia antes de mostrar su trabajo
Obvio: tener esas grabaciones puede ser bueno para incluirlas dentro de su hoja de vida y en su Demo, pero si es el único cliente en su lista sería mejor no incluirlo… al menos por ahora.
4 razones para ofrecer sus servicios de forma gratuita.
1. Su buen corazón se lo pide
Algunas organizaciones benéficas realmente no tienen flexibilidad en su presupuesto y, sin embargo, también merecen su consideración: una escuelita pobre, una biblioteca que quiere que grabe algunos audios para los niños, alguna organización religiosa, etc.
Esas organizaciones también tienen un presupuesto, pero es probable que sea muy pequeño y relativamente inflexible. Es posible que no alcancen a ajustar el dinero que usted les solicita.
En este caso, usted puede ofrecer su trabajo como voluntario o simplemente dejarlo pasar. Eso dependerá de su buen corazón.
2. Para adquirir disciplina
Por otro lado, si se trata de un trabajo gratuito que requiere regularidad y usted, de todos modos, lo quiere realizar, el lado positivo es que de esta forma usted podría mejorar sus habilidades de administración del tiempo y promover una sólida ética de trabajo.
Usted se conoce a sí mismo. ¿Ayudaría esto a su tracción y motivación?
3. Para generar imagen positiva
Otra situación es que, potencialmente, un trabajo voluntario podría lograr un boca a boca positivo. Eso sí, adviértale al cliente que mantenga en secreto el hecho de que usted no recibió un pago por ese trabajo.
También podría ser que luego de ese trabajo gratuito el cliente quiera contratarlo para otros trabajos pagando las tarifas correspondientes. Sin embargo, es un riesgo que no debería correr.
4. Espíritu de colaboración
Además de la posibilidad de mejorar su técnica vocal, es posible que usted se sienta bien ayudando a los demás. Si ese es su espíritu está bien, pero recuerde que más tarde, cuando quiera cobrar por su trabajo, podría tener dificultades.
Solo asegúrese de que no se estén aprovechando de usted, de su tiempo y de su trabajo.
Conclusión
Antes de criticar a quienes regalan su trabajo, pensemos si quien lo hace así es porque ese es su modelo de negocios.
Tal vez es una estrategia para darse a conocer o para acumular experiencia; tal vez cobra poco y a su vez, ofrece muy poco. Tal vez le sobra tiempo, o tiene necesidades muy grandes de hacer un mínimo de dinero, solo para subsistir.
Uno nunca sabe del hambre que puede tener otra persona. Por eso hay que entender y aceptar que otros pueden operar así. Y amargarse por eso o preocuparse por las malas prácticas que tienen los otros, solo hacen que nos atrasemos, evitando nuestro crecimiento personal y profesional.
Por otra parte, me imagino que usted habrá aprovechado un descuento e incluso habrá buscado la forma de que no le cobren por hacerle un trabajo.
Por esto es importante recordar que el que paga, sea empleador o cliente, tiene la naturaleza de buscar lo mejor posible con el menor precio. Al fin y al cabo, lo que tiene es un negocio, no una labor social.
Por eso hay miles de usuarios que se quejan de las interrupciones comerciales de Spotify (versión gratuita), o que van a un sitio solo porque tiene WiFi gratis.
Entonces la recomendación es preguntarse: ¿cuál es su estatus o nivel en la industria? ¿Qué tiene para ofrecer como empleado o como independiente? ¿Quiénes contratan, valoran y pagan más o mejor por eso?
Si otras personas tienen la misma combinación de experiencia, formación y habilidades que usted, ¿consiguen mejores trabajos o están en las mismas?
Al responder a estas preguntas usted podrá entender si se trata de una condición particular suya o si es un tema de la industria en general.