Todos los días estamos tratando de aprender más acerca de los Podcasts, esos programas de audio que uno puede descargar para escuchar más tarde y que están comenzando a tener audiencias considerables alrededor del mundo.
Muchas de las emisoras, especialmente las de radio Hablada, comenzaron a dar sus primeros pasos en el podcasting simplemente editando y colgando en sus páginas de internet segmentos de programas o programas completos emitidos al aire anteriormente.
La idea era que los oyentes pudieran escuchar más tarde algún segmento que no pudo oír en el momento de su emisión al aire. Sin embargo, los resultados no fueron los esperados en todos los programas.
¿Por qué?
Los programas de radio y los podcasts son parecidos pero no son iguales. Hay diferencias importantes entre los dos medios. Estas diferencias facilitan la reutilización de algunos programas pero de otros no.
Es posible que una radionovela (ya no las hacen), un especial sobre algún tema de interés o algún programa de entrevistas puedan ser interesantes, pero escuchar la grabación de un ‘Morning Show’ de 5 horas o un turno de una emisora musical, no funciona.
Para entender un poco esta situación, a continuación presento las 5 diferencias entre un programa de radio y un Podcast, basado en lo que dice Seth Resler, un bloggero que escribe para la empresa consultora de radio Jacobs Media Strategies:
- Temas masivos vs. Temas para nichos
La radio tradicional siempre ha buscado audiencias masivas. Por eso se enfoca en transmisiones deportivas, noticieros, programas de opinión y temas de interés general. Y algo muy común: los programas de la mañana.
Las emisoras lo hacen así porque la audiencia a la que llegan ya está limitada por dos factores: el formato de la emisora y su alcance geográfico. Mientras más pequeños sean los mercados, menos emisoras habrá y los temas que producen serán mucho más abiertos, procurando siempre llegar al mayor número de oyentes posible.
Por el contrario, los podcasts no están limitados por su formato o por su alcance geográfico, por lo que pueden enfocarse en nichos específicos.
Hacer, por ejemplo, una emisora que hable solamente de cocina en una ciudad como Bogotá, no tiene mucho sentido. Tendría una audiencia muy limitada. Sin embargo, un Podcast de cocina podría ser interesante para oyentes en toda Hispanoamérica.
Y hay una gran ventaja: cuando alguien está interesado en un tema puede dirigirse a un «podcatcher«, que es el término en inglés para referirse a un buscador de Podcasts por temas.
Sin embargo, hay que tener en cuenta lo siguiente: si su Podcast cubre una amplia gama de temas en lugar de centrarse en un área específica como cocina, tecnología, humor, etc., podría ser difícil de encontrar.
En resumen: un programa de radio debe ser atractivo para la mayor cantidad de público posible. Un Podcast debería enfocarse en un nicho específico.
- Escuchar ‘donde caiga’ vs. Escuchar desde el principio
En la radio, diferentes personas sintonizan una misma emisora en momentos diferentes. En general, muy pocos escuchan un programa desde el principio. Por eso es tan importante la repetición, el reciclaje de temas, la rotación de la música y de los elementos de identificación y promoción.
Por el contrario, en un Podcast todo el mundo comienza a escuchar en el mismo punto, cuando comienza el episodio. Pero aquí es donde se hace necesario que el primer minuto sea muy impactante, porque es cuando los oyentes deciden si se quedan a escucharlo o no.
Pero hay que tener en cuenta que, aunque todos los oyentes de un Podcast empiezan a escuchar en el mismo punto de un episodio, no todos comienzan con el primer episodio de una serie.
Es posible que uno haya encontrado por casualidad el anuncio del nuevo episodio de un Podcast y, por curiosidad, lo escuche, aunque sea el quinto capítulo de la serie.
En vista de que los oyentes pueden comenzar a escuchar un Podcast en cualquier episodio, es importante asegurarse de que los primeros 60 segundos de cada programa muestren la misma información básica: de qué se trata, qué traerá este episodio, quién es el presentador, etc.
- Horario limitado vs. Horario ilimitado
Los programas de radio tienen duraciones establecidas que hay que cumplir. Si, por ejemplo, usted está haciendo un Programa de la Mañana en el que lo más importante son los contenidos hablados, tendrá que calcular cuántas canciones tocará en la hora y preparar el material para el resto.
Esto lo obligará a usar solo su mejor material y dejar de lado lo que no es tan atractivo. De esta forma, usted se preocupa por entregar un buen contenido.
Por el contrario, un Podcast puede hacer que sus episodios sean tan largos o tan cortos como desee…. Lo que es un arma de doble filo.
Si usted tiene toneladas de contenido atractivo no tendrá que preocuparse de que se queda algo por fuera, pero, por otro lado, es fácil caer en la trampa de pasar todo el material, bueno o malo, ya que no tiene que editarlo.
Al igual que en la radio, hay que ser muy cuidadoso en la selección del material que vaya a incluir en su Podcast. Tal como lo mencioné en un artículo anterior, y de acuerdo con una investigación reciente, el 52% de quienes comienzan a escuchar un Podcast no lo oyen completo.
- Música vs. Derechos
En la radio, obviamente tocamos mucha música. El pago por derechos de radiodifusión se reporta habitualmente desde hace decenas de años y es un tema resuelto que no genera mayores contratiempos.
Sin embargo, todo lo que tiene que ver con transmisión de música por internet, especialmente si es por demanda, cada vez es más complicado y los derechos pueden ser muy costosos.
De hecho, es muy posible que si usted retransmite un programa musical que ya sonó en su emisora, tenga que pagar otros derechos diferentes por su disponibilidad para ser escuchados en la red.
¿Por qué? Las obras musicales están protegidas por tres derechos esenciales: derechos de reproducción, derechos de distribución y derechos de ejecución pública.
Cuando una emisora toca música, como mencioné atrás, paga derechos de ejecución pública a las asociaciones que recaudan derechos de autor, interpretación y producción. En Colombia los recaudan las asociaciones SAYCO (autores y compositores) y ACINPRO (intérpretes y productores).
Pero al descargar un Podcast se está haciendo una copia del contenido, lo que requiere obtener permisos de las editoriales, que son las dueñas de esas canciones, y es un trámite engorroso y que puede llegar a ser muy costoso.
Es cierto: en países como Colombia este tema todavía está muy enredado, pero quienes publican programas con música podrían verse obligados a pagar por sus contenidos o verse enfrentados a problemas legales.
Esto aplica también para la música que se usa de fondo o para hacer las presentaciones de los programas, despedidas y la musicalización general de cada espacio. Por esta razón, la recomendación es comprar librerías musicales de producción o encontrar música libre de derechos.
Esto significa que en un Podcast no solo podemos hablar más de lo que hacemos en radio sino que, realmente, eso es lo que tenemos que hacer: hablar. Al no poder pasar música se hace necesario tener suficiente material para sostener la conversación.
- Efímero vs. Permanencia
En la radio, hablamos de un tema y luego pasamos a otro. Tan pronto termina una sección o un comentario, este se desvanece en el aire y no hay forma de volverlo a escuchar. Por eso quedamos pendientes de la sección que sigue.
Pero con los Podcasts la cosa es diferente. Los programas que uno ‘cuelga’ en la red pueden permanecer por mucho tiempo a disposición del público. Obvio: habrá unos que se pasan de moda rápidamente, pero habrá otros que aguantan sin problemas el paso del tiempo.
De hecho, algunos podcasts no enganchan al oyente sino hasta después de escuchar varios capítulos.
Conclusión
Si usted trabaja en radio y está planeando meterse en el mundo del Podcast, como se habrá dado cuenta, tendrá que cambiar su estrategia y comenzar desde el principio. Es muy importante desaprender.