– Mi vecina se deshizo de 80 kilos de grasa que no le servían para nada.
– ¿Y como lo hizo?
– Se divorció.
¿Cómo pía un pollito rápido?… Piiuuuuuumm.
¿Cómo acusa un químico a otro químico?… Ácido tú culpa.
– ¿Qué hiciste con el libro titulado ‘Cómo Pasar de los 100 años’?
– Lo metí en la caja fuerte del banco, tenía miedo que lo viera tu madre y lo leyera.
– Amor, tienes cuerpo de dios.
– Ay amor, que tierna.
– Sí, te pareces a Buda
– ¿Qué tomas?
– Unas pastillas para la memoria, ya he mejorado mucho.
– ¡Qué bien! ¿Y cómo se llaman?
– La verdad, no me acuerdo.