El juez federal de Estados Unidos, Richard Leon del distrito de Columbia, autorizó ayer la fusión de AT&T y Time Warner, sin condiciones, por 85,000 millones de dólares, que creará un coloso para competir en el mercado de medios e Internet.
El Departamento de Justicia no pudo probar que el acuerdo entre estas dos compañías dañaba la competencia. La decisión, que reafirma el status quo legal, abre la puerta a otras fusiones.
Después de que se anunciará la fusión entre AT&T y Time Warner en octubre de 2016, finalmente el operador de telecomunicaciones AT&T tiene la autorización para seguir adelante con la fusión con el grupo de entretenimiento Time Warner.
AT&T no demoró en celebrar. “Estamos felices por esta decisión y prevemos cerrarla el 20 de junio a más tardar, de modo de comenzar a proponer a los consumidores videos más accesibles, móviles e innovadores”, señaló David McAtee, director jurídico de AT&T, en una declaración escrita a la AFP.
Actualmente, AT&T es un importante operador de cable de Estados Unidos y telefonía móvil. Mientras que Time Warner es un grupo de medios que cuenta entre sus empresas a la cadena de TV HBO, los estudios de cine Warner y la red de noticias CNN.
El juicio presidido por el magistrado Richard Leon duró 6 semanas. Sin embargo, la batalla legal comenzó desde noviembre.
La decisión del juez se conoce un día después que entrará en vigor las nuevas normas para regular el acceso a la red, lo que dará pie a otras posibles fusiones con otros proveedores de Internet y de telefonía móvil.
Sin embargo, en un comunicado el gobierno estadounidense reveló su disgusto. “Estamos decepcionados por la decisión del tribunal de hoy. Aún pensamos que el mercado de la televisión de pago será menos competitivo y menos innovador”, dijo Makan Delrahim, encargado de las cuestiones que hacen a prácticas monopólicas del Departamento de Justicia. Además, Trump tenía en su mira a Time Warner por ser dueña de la red CNN, uno de los blancos favoritos de las críticas del presidente.
En los meses que duró el proceso, AT&T y Time Warner alegaron que su alianza es indispensable para luchar contra las gigantes compañías digitales como Netflix y Amazon, que producen contenidos audiovisuales, o incluso Apple, Google y Facebook, que también se están orientando a la generación de contenidos.