Dice un sapo a otro:
-Lo que más me revienta en esta vida son los camiones.
¿A dónde van las pulgas cuando mueren?… Al pulgatorio.
– ¿A qué te dedicas?
– Básicamente a respirar. No gano mucho, pero me da para vivir.
– Mi padre es trapecista.
– ¿Trabaja en el circo?
– No, vende trapos.
– Mesero, este plátano está blando.
– Pues dígale que se calle.