Hace muy pocas semanas, dos de las cadenas de radiodifusión más importantes en los Estados Unidos se encontraban en el ojo del huracán, pues su evidente firma del capítulo 11, el cual es la declaración de bancarrota, mostraba que la situación de la radio en Estados Unidos aparentemente estaba pasando por momentos delicados.
En total entre estas dos compañías (iHeart Media y Cumulus Media), se hablaba de 1300 estaciones de radio, lo cual corresponde al 10% de todas las radiodifusoras que existen en territorio estadounidense.
Aparentemente algo está terriblemente mal, sin embargo, puede que este proceso de bancarrota, el cual llevará a una reestructuración, ayudará tanto a las dos empresas involucradas, como a las demás cadenas que se encuentran trabajando en la misma industria.
Pero, ¿qué sucedió con iHeart, como con Cumulus? No es un tema sencillo de tratar, puesto que por varios años los grandes directivos dejaron crecer diferentes deudas que cada cadena tenía. Llegó un momento en el que lo que se debía era impagable.
Definitivamente para el resto de la industria de la radiodifusión estos dos casos han dejado varias lecciones; la primera es pagar siempre las deudas a tiempo, no dejando que cada mes se inflen más hasta el punto de volverse impagables; la segunda es el impulsar las estaciones que estás seguro que podrás mantener. En una industria tan benéfica como la radio, es razonable que los grandes grupos deseen cada vez más licitaciones para abrir nuevas emisiones, pero si la infraestructura financiera del grupo radiofónico no es tan grande, ni hay una planeación de fondo, existen pocas probabilidades de ir hacia el éxito.
Sin embargo, la realidad de estos dos grandes grupos radiofónicos, no refleja la realidad general de una industria que ha ido en crecimiento, que actualmente es el medio de comunicación al que más personas acceden y en el que los estadounidenses más confianza tienen. Actualmente la industria de la radio es muy saludable; que entretiene, informa y genera efectivo para miles de estaciones y cientos de propietarios.
No hay que mirar muy lejos, en Indiana existen las pruebas fehacientes de algunas emisoras locales, las cuales son vibrantes, vivas y financieramente sanas.
La radio es un medio poderosamente emocional, el cual funciona cuando te enfocas en atender bien a tus clientes, lejos de una ambición desesperada, porque cuando se hacen bien las cosas, el dinero va a llegar de algún modo, por ello, no hay que pensar que toda la industria está en el hoyo; evidentemente hay cosas por mejorar, pero también hay algunas otras por celebrar, para seguir construyendo un medio mejor posicionado y sano en toda la extensión de la palabra.